Una mujer de origen gallego, Ana María de León Santos, de 62 años, y su hijo Jonathan, de 39, han sido asesinados en Venezuela. Ambos perdieron la vida en un asalto en la localidad de Mariara, en el estado de Carabobo. Su otra hija resultó herida y su marido sobrevivió cuando cinco individuos entraron en su vivienda y abrieron fuego durante un forcejeo.

Toda la familia, junto a la madre de la fallecida, de 92 años, estaban ultimando todos los detalles para regresar a Vimianzo en las próximas semanas. De hecho, en su última visita a la localidad coruñesa hace tres meses, ya habían cerrado la compra de una casa en la que instalarse.

Para toda la familia ha supuesto un duro golpe, desde la madre de la fallecida a los primos de Vimianzo que esperaban ilusionados su regreso a Galicia.

Aún no se sabe si los cadáveres serán repatriados dadas las complicaciones que supone un asesinato. Lo que sí esperan es que el resto de la familia -la hija de la fallecida, su marido y su madre de 92 años- se instalen finalmente en Vimianzo.

El alcalde de la localidad, Manuel Antelo, mostró su total solidaridad con la familia: "Iban a ser vecinos nuestros" a la vez que mostró su repulsa por este asesinato. Esta tarde durante la inauguración de una exposición en la localidad se guardará un minuto de silencio en recuerdo a la familia. "Yo me enteré ayer al salir del pleno, si lo hubiese sabido antes ya hubiéramos condenado este crimen allí. Como gobierno lamentamos lo ocurrido y exigimos que se investigue y detenga a los asesinos".

Ni la familia de Vimianzo ni el propio regidor han ahondado más en otro tipo de detalles del suceso ante lo doloroso de la situación.

Esta muerte tiñe de luto una vez más la emigración gallega, después de la muerte, hace dos semanas, del hijo de unos emigrantes de Ponte Caldelas en Brasil abatido por los tiros de la Policía.