Cuatro años, ocho meses y quince días de prisión como autor de un delito de robo con violencia e intimidación en local abierto al público y con uso de instrumento peligroso. Ésta es la condena impuesta por la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo a Mario Semenic, de origen croata y de 43 años de edad. Viejo conocido de las fuerzas de seguridad, este delincuente recibe esta pena por asaltar una sucursal de Caixabank ubicada en la avenida de Castrelos de la ciudad olívica: allí amenazó a un trabajador con un cúter y se hizo con un botín de 420 euros.

Ya condenado en 2012 por otro atraco bancario en la localidad de O Rosal, el sentenciado está en la actualidad pendiente del juicio por la sucesión de asaltos que ocurrieron en supermercados Cash de Vigo y otros puntos de la provincia de Pontevedra, donde habría actuado junto a un compinche.

El caso por el que acaba de ser condenado ocurrió la mañana del 5 de septiembre de 2017, solo unos días después de que acabase de cumplir su anterior sentencia. Según declara probado la magistrada en la resolución, entró en la sucursal bancaria de Castrelos cubriéndose la cabeza con un gorro de lluvia, y con una bufanda al cuello. Fue directo hacia un trabajador que hacía funciones de cajero, le esgrimió un cúter de 20 centímetros y le conminó a que le entregara dinero. "Dame todo lo que tengas", le gritó. El empleado, que declaró en la vista oral que temió por su vida, le entregó 420 euros. El atracador insistió para que le diese más efectivo, pero finalmente desistió y se fue del lugar.

El acusado negó los hechos en el juicio, pero la magistrada ve acreditada su autoría sobre todo por el testimonio del testigo clave, el empleado al que el ladrón amenazó. También tiene en cuenta las diligencias de la Policía Nacional y los testimonios de los agentes en relación con los fotogramas captados por la cámara del banco el día del asalto. La jueza aplica la circunstancia agravante de reincidencia. Contra la sentencia cabía recurso de apelación.