La Guardia Civil identificó a dos vecinos del municipio de Oia (Pontevedra) como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna, al haber sido sorprendidos in fraganti cuando, supuestamente, pretendían colocar cebos envenenados en el monte. Iban en un todoterreno donde llevaban carne picada y un potente veneno. Concretamente una sustancia cuyo principio activo es el carbofurano, letal tanto para las personas como para los animales.

Las investigación tiene sus antecedentes en 2013, a raíz del hallazgo de cuatro perros muertos en un coto de caza en el sur de la provincia pontevedresa. El análisis toxicológico de los cadáveres de dos de los canes dio positivo en estricnina. Y ese era el mismo monte donde ahora, cinco años después, fueron sorprendidos estos cazadores

Fue el pasado mayo cuando se estableció un operativo de vigilancia en el monte con la participación del Seprona de Tui, el de Pontevedra y una patrulla de A Guarda, con la colaboración de agentes de Medio Ambiente de la Xunta. Fruto del dispositivo se interceptó un todoterreno cuando circulaba por una pista forestal del coto. En el registro del vehículo se localizó una bolsa con los elementos necesarios para colocar cebos envenenados: allí había dos kilos de carne picada, un bote con 406 gramos de una sustancia, aparentemente compatible con un potente tóxico, y guantes especiales de nitrilo para la manipulación de los cebos. Cuando se analizó la sustancia, se confirmó que contenía un veneno cuyo principio activo es el carbofurano. La Guardia Civil informa de que es una sustancia ilegal cuya potencia letal podría calcularse en referencia a la salud humana, con la posibilidad de causar la muerte de más de mil personas. En el prisma de la fauna salvaje tendría la capacidad de matar a más de 330.000 pequeñas aves rapaces.

Ya en la última fase de la que se denominó operación Venutox se procedió también a la toma de declaraciones testificales y a examinar el terreno con Tietar, perro especializado en la detección de veneno y fauna cadavérica dependiente del Servicio Cinológico de la Dirección General de la Guardia Civil. Con todos los datos recabados, fue esta semana cuando se notificó a los dos cazadores su condición de investigados.

La Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber aplaudieron ayer la operación llevada a cabo por la Guardia Civil.