La familia de la niña fallecida el lunes en un accidente de tráfico en Vilanova quiere aclarar que la pequeña no llevaba ninguna "tablet" en sus manos en el momento del siniestro, como se apuntó inicialmente desde los servicios de emergencias.

En la parte posterior del asiento delantero sí había un aparato de DVD, pero la familia plantea que la muerte se debió a que el asiento del coche en el que iba anclada la silla de la niña se movió hacia delante, lo que propició que la pequeña se golpease contra el asiento delantero. Por ello, pretenden iniciar acciones legales contra la marca Audi, fabricante del automóvil.

El padre, Óscar Lorenzo, asegura que en el momento del accidente estaba a menos de medio kilómetro de donde se produjo, así que fue de los primeros en llegar al punto, y según él, el asiento donde viajaba la niña se había movido hacia delante "por lo menos 30 centímetros".

El fatal accidente se produjo el lunes, cuando la madre de la niña colisionó con su coche contra la parte trasera de un autobús escolar en O Terrón (Vilanova), ya que según su testimonio la deslumbró el sol. La mujer, de 26 años, sufrió una fractura en un brazo, y también resultó herido leve uno de los niños que iban en el autobús escolar.

La peor parte se la llevó la hija de la conductora del coche, que iba sentada en la parte trasera del vehículo, en una silla de retención infantil homologada y con Isofix. La pequeña Daniela sufrió un grave golpe en la cabeza, por lo que fue derivada al Hospital Clínico de Santiago.

Pero las lesiones eran muy severas, y terminó falleciendo sobre las ocho de la tarde en la Unidad de Cuidados Intensivos del referido hospital. La menor fue enterrada al día siguiente en Caleiro, y su familia donó sus órganos. "Siempre se preocupaba por los demás. Era muy buena. Es lo que ella querría", declaró su padre.

Investigar el asiento

Tanto Óscar Lorenzo como el abuelo de la niña, Luis, quieren dejar claro que no iba manejando ninguna tableta digital, y quieren que se investigue a fondo si el asiento trasero del coche se movió. "Hemos puesto el tema en manos de abogados", señala Luis Lorenzo.

Plantean que compraron un vehículo de esas características cuando iba a nacer la niña, "precisamente porque queríamos un coche seguro", y entienden que en caso de impacto las filas de atrás tienen que permanecer en su sitio. "Si no estarían vendidos los que viajan atrás, pero también los que van delante, porque van a quedar aplastados", añade el padre de la víctima.

Algo que les inquieta, además, es que recibieron un mensaje de un amigo que ha comprado un coche del mismo grupo automovilístico que el suyo -pero de otra marca comercial-, según el cual su fabricante le avisó de que no debía usar los asientos posteriores porque se había detectado un fallo de seguridad.

Tras el accidente, fue el padre de la pequeña quien la quitó del coche. Pero la retiró sin sacarla de la silla de retención infantil, para evitar daños mayores. Así, desactivó los anclajes del Isofix, y posteriormente cortó con unas tijeras el cinturón de seguridad.

El vehículo está precintado en un taller para que la Guardia Civil y los peritos puedan llevar a cabo una investigación de lo sucedido en la fatídica mañana del lunes pasado.