La Guardia Civil busca a los tres hombres que encerraron y ataron a dos menores en una vivienda de Sarria en Lugo para llevarse una gran cantidad de dinero, joyas y otros bienes aprovechando que los padres de los pequeños estaban trabajando en uno de los bazares chinos que regentan.
Los niños, de 8 y 11 años, se encontraban solos en el interior de la casa en el centro de la localidad cuando se produjo el suceso y fue uno de ellos el que abrió la puerta a los ladrones cuando tocaron el timbre, previsiblemente par comprobar si había algún adulto en e domicilio. El robo se produjo a plena luz del día, en torno a las 18.00 horas del miércoles, en una urbanización de la calle Pombal Vello.
En un primer momento, los dos niños tuvieron que recibir asistencia sanitaria por el nerviosismo que presentaban, aunque no fue necesario su traslado al centro de salud, porque no sufrieron heridas aunque durante el atraco fueron retenidos y atados en una habitación.
Los ladrones recorrieron entonces el inmueble, de planta baja alta, y habrían conseguido un importante botín formado por miles de euros en metálico, joyas y otros bienes pues también se habrían llevados los aparatos electrónicos que encontraron a su paso.
El mayor de los dos niños fue capaz de apuntar la matrícula y el modelo de vehículo con el que los atracaderos se dieron la fuga, según manifestó la alcaldesa de Sarria, Pilar López. Este dato permitió a la Guardia Civil iniciar la búsqueda en dirección Monforte de Lemos, hacia donde al parecer huyeron estas tres personas.
La regidora ha expresado su sorpresa ante el suceso, tanto por la hora en el que ocurrió como por la ubicación de la vivienda, rodeada de otros chalets. Ha indicado, además, que espera que "la valentía" de uno de los menores, anotando el número de la matrícula del coche, ayude a la localización de los ladrones.
La investigación sigue abierta y efectivos de la Policía Judicial realizaron una inspección ocular en la vivienda, a la vez que buscaron huellas y recogieron posibles vestigios y elementos de prueba. A tenor de lo que ha trascendido, los ladrones podrían ser sudamericanos por su acento.
