Un hombre de 85 años supo que el dinero de su pensión se depositaba mensualmente en la cuenta de su sobrino cuando acudió a su oficina bancaria a preguntar por qué la nómina no aparecía reflejada en la libreta. Tras detectar la anomalía se destapó el delito. Su sobrino acudió ayer en calidad de acusado al Juzgado de lo Penal 2 de Ourense como presunto responsable de estafa y falsificación en documento público, por lo que se enfrenta a una petición de 2 años de prisión y multa de 2.400 euros. La fiscal también solicitó, en concepto de indemnización, que el acusado devuelva al perjudicado los 2.414 euros de los que supuestamente se apropió. No obstante, el titular de la pensión ha fallecido y se da la circunstancia de que el sobrino acusado de estafarle es, a su vez, el heredero.