Un vecino de Crecente, de 88 años, que falleció la madrugada del domingo atropellado por un turismo, eleva a diez las víctimas mortales de accidentes de tráfico registrados en la provincia de Pontevedra este verano. El suceso ocurrió pasadas las 12 de la noche dle sábado y el conductor del vehículo implicado dio negativo en elcohol y drogas. El número de muertos en los viales pontevedreses en julio, agosto y lo que va de septiembre, duplica ya al número de víctimas de todo el semestre anterior.

No hay que bajar la guardia en la carretera. Los "históricos" datos en cuanto a siniestralidad vial en la provincia de Pontevedra con los que se cerraba el 2017 dieron paso a un comienzo de año realmente esperanzador, con dos "meses blancos", como se conoce en el argot de tráfico a los periodos en los que no hay que lamentar víctimas mortales en las carreteras.

Este inicio de año sin víctimas mortales se truncó en marzo con un fallecido y en abril se volvió a registrar de nuevo la cifra tan anhelada: cero vidas perdidas en las carreteras de la provincia.

Pero este comienzo tan prometedor se truncó en los últimos meses y, sobre todo, en estos dos últimos meses de verano aciagos, especialmente en el caso de julio. Lo peor es que septiembre tampoco ha empezado con buenas noticias y en los últimos días ya hay que lamentar otros dos fallecidos: Una mujer en una colisión en Oia el pasado viernes y un peatón que moría atropellado ayer mismo en Crecente.

Volviendo al inicio de año, se llegó al mes de mayo con tan solo un fallecido en accidente de tráfico. Las cosas comenzaron a cambiar ese mes, con tres víctimas mortales. En junio las cifras descendieron de nuevo, con un único fallecido. De tal forma que la primera mitad del año se cerró con cinco muertos en carretera, una cifra esperanzadora (aunque en Tráfico resaltan siempre que el objetivo son los cero muertos). En cualquier caso, la tendencia era realmente positiva y es que, en comparación con la primera mitad del pasado ejercicio, estos cinco fallecidos eran menos de la mitad que los once que hubo que lamentar entre enero y junio de 2017, un año, que, con 20 vidas perdidas en total sobre el asfalto, cabe recordar que fue calificado como el mejor en cuanto a víctimas mortales en carreteras desde que hay registros.

Todo esto se truncó en julio. Ese mes registró cinco muertes, convirtiéndolo en el más negro de los últimos dos años. Agosto mejoró un poco, pero sumó otras tres víctimas mortales. En total ocho, es decir, en dos meses habían perdido su vida en carretera tres personas más que en todo el primer semestre del año. Con los dos muertos de estos primeros días de septiembre, los meses de verano doblan ya el número de víctimas del primer semestre. Un verano aciago, por lo que es apropiado un llamamiento para extremar la prudencia.

Los 15 fallecidos que ya suman las carreteras de la provincia en lo que va de año amenaza con empeorar la cifra del "histórico" pasado ejercicio cuando se registraron 20 muertos en los viales interurbanos en 2017. Desde la Subdelegación se informaba en mayo que era la cifra más baja desde había registros y que continuaba en la línea del descenso continuado que se produce desde el año 1998, cuando en las carreteras de la provincia llegaron a perder la vida hasta 206 personas en una cifra realmente trágica.