La aparición en la mañana de ayer de un todoterreno volcado en un barranco de la carretera que une Quintela de Leirado con Frieira, en Ourense, provocó un amplio despliegue de medios de Guardia Civil y bomberos al comprobar que no había ningún ocupante dentro, y ante el temor de que pudieran estar malheridos cerca.

Tras una intensa búsqueda, se dio con el paradero del propietario del vehículo en su casa de As Canles, Padrenda. El hombre no contestaba a las llamadas a su móvil ni abría la puerta, porque dormía plácidamente según sus vecinos y no había nadie más en casa porque sus padres se habían ido a misa a la Virgen de los Milagros, sin saber que tenían en casa todo un "milagro" que agradecer. La Guardia Civil lamenta que no hubiera dado una llamada al 112 tras el accidente, para evitar el complejo despliegue operativo montado en su búsqueda.

El conductor, de 30 años, y que ayer se encontraba en buen estado y pensaba jugar el partido para el que estaba convocado con el Cortegada, solo sufrió magulladuras leves, según señalaba ayer su madre.

Molestos ya con el paso de las horas por el revuelo mediático que tuvo la noticia señalaban que "iba bien no había tomado nada". Aseguran que el accidente se produjo sobre las 11.30 horas del sábado, cuando según el conductor iba a coger un cigarrillo y perdió el control del turismo, por lo que se cayó por el terraplén. "Nos enteramos esa misma noche, porque al ver que el coche estaba en una difícil llamó a su hermano para recogerlo y se vinieron para casa con la intención de llamar a la grúa al día siguiente" justifica la madre del conductor.