Una relación comercial, pero no de tráfico de cocaína al por mayor sino de venta de marisco. Esta es la justificación que dan a sus reuniones en Marbella los considerados cabecillas de la red en la que también cayeron, con un papel secundario, Manuel Charlín y su hijo Melchor a principios de agosto. Así, el boirense Mario Otero Díaz, supuesto responsable de la red gallega que fletó el Titán Tercero para transportar más de 2.700 kilos de cocaína y el holandés Paul Wouter, supuesto financiador y receptor de gran parte del alijo interceptado cerca de Azores, mantenían contactos para emprender juntos negocios de exportación de bivalvos.

Mientras los investigadores tratan de esclarecer si a Mario Otero le dieron el contacto del holandés desde Colombia o si llegaron a los proveedores a través de Paul Wouter, la compañera sentimental del boirense admitió ayer en su declaración ante el magistrado Juan Carlos Carballal, titular del Juzgado de Instrucción 4 de Vigo que dirige la investigación judicial, que acompañó en dos ocasiones a su pareja a Marbella, pero que sus encuentros con Paul Wouter respondían a un negocio de importación y exportación de marisco. Por eso, explicó, llevaban en el coche pequeñas neveras con bolsas de hielo y almejas y pulpos de su depuradora. A tal fin se aportaron una serie de facturas en lonja, mientras que la representación legal del holandés presentó documentación de su empresa de traiding de pescados y mariscos, que habría facturado 5 millones de euros en el último año con exportaciones a distintos puntos del mundo, incluida China.

De los 28 detenidos, doce ingresaron en prisión y varios quedaron en libertad en sede policial. A lo largo de la mañana de ayer el magistrado vigués y el fiscal Antidroga de Pontevedra, Pablo Varela, tomaron declaración a varios de estos investigados que no habían declarado aún en el juzgado. Además de la compañera sentimental del boirense, comparecieron en sede judicial el patrón y uno de los tripulantes del pesquero de Ribeira Sempre Cacharelos que sería el encargado de recoger el alijo del Titán Tercero.

El marinero Bachir E. aseguró que él no vio en el puerto de Ribeira antes de zarpar a ninguno de los integrantes de la red desmantelada, caso de Serafín Pego Vidal o José Andrés Romano Vilar, ni que subieran a bordo una gran boya amarilla como sostienen los investigadores a raíz de sus seguimientos. Aseguró que estaban pescando, que llevaban carnaza y había pescado a bordo cuando fueron abordados por una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera en las proximidades del punto de encuentro facilitado por el capitán del Titán Tercero a Mario Otero. Reiteró que él no sabía nada de recoger un alijo.

Más parco en su declaración fue el patrón del Sempre Cacharelos, Mario R.B., el único que no quiso responder a preguntas del juez ni del fiscal, limitándose a contestar a su abogado, si bien también negó que el pesquero recoger la cocaína.

Las declaraciones de otros investigados que quedaron en libertad en sede policial continuarán los próximos días.