Los golpes al tráfico de estupefacientes no cesan. Si en lo que va de 2018 y a lo largo del pasado año la presión policial motivó una sucesión de investigaciones que desencadenaron importantes operativos antidroga en Galicia, sacando del mercado ilícito toneladas de cocaína y llevando a la detención de históricos del narcotráfico, ahora un nuevo operativo, en esta ocasión en otro escenario distinto al de las costas gallegas y con el protagonismo de otra sustancia, el hachís, ha derivado en la desarticulación de una organización en la que se ha detectado la presencia de narcos gallegos. Y es que la operación Diamante de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional ha permitido desmantelar una red de tráfico de hachís que operaba en el sur de España, concretamente en Murcia. Entre los nueve detenidos, figuran dos lancheros de Cambados, pilotos de sendas narcolanchas, que son viejos conocidos de las fuerzas de seguridad.

La droga procedía de Marruecos y era trasladada por medio de planeadoras hasta la costa española, para ser allí descargada. La Policía Nacional ha intervenido, además de cuatro embarcaciones, una de ellas modificada con depósitos auxiliares para contener hasta 16.000 litros de combustible y conseguir mayor autonomía, un alijo de una tonelada de hachís que había salido desde Marruecos para ser descargado en Cartagena, ciudad donde los golpes al tráfico de este estupefaciente no son infrecuentes.

La investigación comenzó el pasado mes de mayo cuando se tuvo conocimiento de la existencia de una organización criminal gallega dedicada al narcotráfico y que contaba con una amplia infraestructura en Murcia y Alicante. La red introducía la sustancia estupefaciente en España vía marítima para su posterior distribución por vía terrestre.

Tras varias gestiones, los agentes constataron que el grupo criminal estaba liderado por dos hombres que, desde Galicia, habían adquirido una embarcación a motor de 18 metros que estaba varada en San Pedro del Pinatar (Murcia). Además, se comprobó la compra de otras dos embarcaciones más pequeñas, utilizadas para realizar transbordos de la embarcación nodriza, en las que se ocultaría la mercancía para su descarga en costa.

Los policías constataron que el principal investigado y su socio se desplazaron desde la localidad gallega de Cambados hasta Murcia para coordinar la operación de narcotráfico. Asimismo, se detectó el desplazamiento de dos pilotos de la organización al puerto deportivo para realizar pruebas de navegación con la embarcación modificada.

Partieron hacia las costas de África para realizar una carga, navegando a una velocidad anormalmente reducida para no ser detectada por embarcaciones policiales. Cuando regresaba a la costa española, los agentes solicitaron los correspondientes mandamientos judiciales para su abordaje e identificación de los tripulantes. La actuación operativa se inició en la madrugada del día 23 de agosto con la interceptación por parte del Patrullero de Vigilancia Aduanera ´ABANTO´ de una lancha a unas 167 millas al Este de cabo de Palos cuando navegaba por aguas internacionales. A bordo de la embarcación los agentes intervinieron un total de 32 fardos de hachís, con un peso total de 980 kilos, y detuvieron a los dos miembros de la organización que iban a bordo.

Nueve detenidos en Murcia, Almería y Galicia

Tras el abordaje, los agentes arrestaron a otros dos miembros de la organización en los municipios pontevedreses de Vilanova de Arousa y Cambados, a otro en Adra (Almería) y a cuatro más en diversas localidades de Murcia -San Pedro del Pinatar, Cartagena y Alcantarilla-. Además, se realizaron un total de ocho registros, cuatro en viviendas y cuatro en embarcaciones. Se han bloqueado las cuentas bancarias de los detenidos y se han intervenido un vehículo todo terreno, dos remolques marinos y cuatro embarcaciones, una de ellas en San Pedro del Pinatar (Murcia) donde fue trasladada desde Galicia.

Este mismo verano, en junio, se interceptaron casi 10 toneladas de resina de hachís en un velero que navegaba a 22 millas de sus costas. En relación con el nuevo operativo desarrollado ahora, junto al grupo central de estupefacientes participaron en el dispositivo policías de Murcia. Junto a los dos arousanos, el resto de detenidos serían vecinos de esa comunidad del sureste español. Los arrestos y la incautación de la droga se produjeron ya en tierra.

Fuentes próximas a la investigación resaltan que estos dos arrestos vienen a demostrar que la presión policial y judicial en Galicia ha obligado a los pilotos especializados en las descargas de cocaína a desplazarse al sur de España. Los golpes del Greco a distintas organizaciones gallegas en los últimos años y las operaciones que en este 2018 afectaron al grupo que se atribuye a José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, o en la que en este mismo verano se vieron implicados miembros del clan de los Charlines, entre ellos el patriarca Manuel Charlín Gama, de 86 años, han dejado a los grupos gallegos sin buena parte de sus estructuras para el ilícito negocio. Según las fuentes consultadas, se calcula que en la actualidad apenas hay una decena de lancheros operativos en toda la comunidad gallega.

Sin "grandes organizaciones"

En una entrevista concedida este agosto a FARO por Emilio Rodríguez, jefe del Greco Galicia, a la hora de realizar una radiografía de la situación actual del narcotráfico en Galicia, el experto policial mostraba su convencimiento de que a día de hoy ya no existen "grandes organizaciones" de narcos con un "sinfín" de lanchas y planeadores como había por ejemplo cuando hace casi una década, con motivo de la Operación Tabaiba, se desarticuló toda una red logística de desembarco de grandes toneladas de cocaína con lanchas rápidas. Pilotos históricos de narcolanchas como Juan Carlos Fernández, O Parido, o Baltasar Vilar, Saro, están en la actualidad huidos. Sin un líder de lancheros y todo un ejército de colaboradores como antaño, el jefe del Greco opina que frente a aquella infraestructura ahora lo que hay son grupos flexibles que "refinan sus tácticas".