Pontevedra volvió a salir a la calle para arropar a la familia de Sonia Iglesias Eirín, desaparecida desde el 18 de agosto de 2010, ocho años después de que su rastro se perdiera en el centro de la ciudad del Lérez. Aunque en los rostros se nota el dolor de una larga angustia, la familia lanzó ayer un contundente mensaje de esperanza sobre la resolución del caso, pues considera que cada vez "se estrecha más el cerco" sobre el culpable.

La encargada de leer el manifiesto fue la hermana de Sonia, Mari Carmen Iglesias, quien recordó que Sonia era en el momento de su desaparición una "joven llena de vida y de alegría a la que alguien sin corazón arrebató su futuro, negándole el derecho a disfrutar de la vida, de su hijo, de su familia, de sus amigos...". Tenía 38 años en el momento en el que desapareció y un hijo que entonces tenía 8 años.

"¿Quién?, ¿por qué?, ¿cómo?..., estas son preguntas que siguen en el aire, pero cada vez se estrecha más el cerco, y esperamos un día poder compartir con vosotros, en esta misma plaza, las respuestas", afirmó Mari Carmen Iglesias.

En este sentido, la reactivación judicial del caso con los registros de febrero, aunque luego se haya decretado un nuevo archivo, han sido claves para la familia: "Confiamos en que ese día está cerca", aseguró, "y confiamos "porque las actuaciones judiciales llevadas a cabo el pasado mes de febrero en San Mauro, en la casa de la expareja de Sonia -qu ellegó a estar imputado-, han renovado nuestras esperanzas", indicó.

Para la familia, esto fue una muestra clara de que el caso nunca se va a abandonar: "Ahora tenemos la certeza de que la Justicia y las Fuerzas de Seguridad tampoco se han dado por vencidas y que, más tarde o más temprano, llamaremos por su nombre y apellidos al culpable o culpables de la cruel desaparición de Sonia, sin temor a represalias, a venganzas, a violencia psicológica...".

La familia de Sonia es consciente de que el caso "se ha archivado por segunda vez" pero añaden que, visto lo sucedido en febrero, "¿quién puede estar seguro de que no se abra una tercera?". "El culpable, desde luego, no", sentenció Mari Carmen Iglesias. "Sabe que lo observan de cerca y que cualquier paso en falso puede llevar a una nueva pista que reabra de nuevo el caso", indicó. "Y nosotros estaremos aquí, esperando, como siempre, su detención", advirtió.

La manifestación para reclamar justicia en el caso de Sonia partió como es habitual a las 21.30 horas de la plaza de A Ferrería de Pontevedra y hubo una parada y aplausos ante el establecimiento de Massimo Dutti al que debería haberse reincorporado aquel 18 de agosto a las 13.30 horas después de un periodo de vacaciones pero al que nunca llegó.