María Concepción M., la mujer de 45 años detenida el pasado lunes junto a su supuesto cuidador por la muerte a puñaladas de su marido en un aparcamiento en Alicante, entró ayer en los juzgados en volandas. La mujer, que fingía no poder andar y utilizaba una silla de ruedas, se negó a caminar y tuvo que ser llevada en brazos por los policías que la custodiaban.

Poco después, otro vehículo policial llegaba con el otro acusado. Ambos se acogieron la víspera a su derecho a no declarar en dependencias policiales. Los dos detenidos iban en pijama pues sus ropas se habían manchado con la sangre de la víctima, que murió apuñalado con un destornillador.

El juzgado de Instrucción número 8 de Alicante, en funciones de guardia, decretó en la tarde de ayer el ingreso en prisión provisional de María Concepción M., Conchi, la mujer detenida junto a su cuidador por matar a puñaladas a su marido dos semanas después de casarse.

La mujer se había casado por cuarta vez hacía 15 días con la víctima, un santanderino de 69 años que vivía en Santa Pola, y fue arrestada el pasado lunes sobre las 22 horas después de que una policía nacional fuera de servicio viera cómo sujetaba a su marido en un aparcamiento al aire libre del barrio de la Albufereta mientras que el otro arrestado le asestaba puñaladas mortales con un destornillador en el cuello y pecho.

La policía judicial de la Policía Nacional continúa con las pesquisas y baraja varias líneas de investigación, aunque ha descartado un móvil de tipo económico ya que el fallecido carecía de recursos de importancia.

Conchi había contraído matrimonio en tres ocasiones anteriormente, y sus dos primeros exmaridos viven mientras que el tercero falleció degollado por uno de sus hermanos, un suceso violento con el que en principio no tiene relación ella.

Mientras, los vecinos de Sax viven con estupor e incredulidad la noticia de la detención de Conchi M., de 45 años, y de Francisco P., de 58, por el homicidio del jubilado de 69 años con el que ella había contraído matrimonio dos semanas atrás en el Juzgado de Paz.

Conchi y Francisco ocultaron a la víctima que ambos mantenían una relación sentimental desde hacía más de un año y que tenían planes de boda. De hecho, él se mostraba muy ilusionado con su nueva pareja -está separado y tiene un hijo- y llegó a comentar varias veces en su entorno más cercano que se iban a casar muy pronto. Ella siempre salía a la calle en silla de ruedas y él cuidaba de ella. Al parecer decía que iban a indemnizarla con 200.000 euros por un accidente.