Los padres del niño de ocho años Gabriel Cruz, asesinado en febrero en Las Hortichuelas de Níjar (Almería), trasladaron ayer las cenizas del pequeño hasta el mar que baña el parque natural de Cabo de Gata, "su lugar mágico y en el que descansará". Así lo indicaron Patricia Ramírez y Ángel Cruz en un comunicado remitido a los medios, en el que destacaron que se "trata de un día especial" ya que Gabriel "ha vuelto al mar al que tanto amaba". Los restos mortales del niño fueron incinerados el día 9 después de que el juez instructor de la causa autorizase su exhumación del camposanto de Fernán Pérez, en Níjar.