La trágica pérdida de Lidia Figueroa García y Jonattan Domínguez causó conmocionó ayer en la comarca redondelana, donde los amigos y vecinos de la joven pareja destacaban la alegría y vitalidad que tenían. Una sonrisa siempre iluminaba sus rostros, irradiaban felicidad a todos los que les rodeaban, recuerdan.

Lidia, de 22 años, residía junto a sus padres y su hermano pequeño en la casa familiar de Vilar de Infesta, en Redondela. Estudió en el colegio público Porto Cabeiro y en el instituto Pedro Floriani. El año pasado se tituló como técnica en anatomía patológica y citodiagnóstico en el CIFP Manuel Antonio de Vigo, y también ayudaba a su padre en la administración de la pequeña empresa familiar de construcción que regenta. Los que la conocían resaltan su carácter alegre y colaborativo, siempre dispuesta a participar con las actividades del centro cultural de la parroquia, donde en sus ratos libres impartía clases de baile moderno a los niños.

Su pareja, Jonattan, de 26 años, era del barrio de Pardalongas, en la parroquia de Traspieles (Fornelos de Montes), donde residen sus padres y sus dos hermanos pequeños. Hace unos meses comenzó a trabajar en la factoría de PSA Peugeot-Citroën de Vigo, ciudad a la que se trasladó a vivir para estar más cerca de su puesto de trabajo. El alcalde de Fornelos, Emiliano Lage, lo conocía desde pequeño, al igual que a su padre, trabajador de las brigadas contraincendios de la Xunta. Asegura que en el pueblo están consternados por la trágica pérdida del joven, donde era una persona muy querida. "Era muy buen chico, amable, educado, muy trabajador... Una excelente persona que tenía toda la vida por delante", lamenta el regidor local, todavía incrédulo ante la desgraciada noticia.

Jonattan estudió desde pequeño en el colegio público Doutor Suárez en Fornelos y después en el instituto de Redondela. A pesar de su juventud, tenía una amplia experiencia laboral al trabajar en distintos sectores. En los últimos años en el mantenimiento de los generadores de los parques eólicos, y desde principios de año comenzó una nueva etapa en la fábrica viguesa de PSA.

Una de las ilusiones de la joven pareja era conocer París, la ciudad del amor. Tras casi dos años de noviazgo se disponían este mes a cumplir su sueño con un viaje en coche atravesando el norte de España y el centro de Francia, conociendo distintos lugares del país galo durante el trayecto. Pero un terrible accidente causado por un camión a su paso por Burgos truncó sus vidas. Su alegría, sin embargo, siempre perdurará en el recuerdo de los que los conocieron.