El penúltimo fin de semana de julio ha deparado una jornada muy atareada para los servicios de emergencia gallegos, que han constatado hasta cinco muertes por accidentes en diferentes puntos de la geografía de la comunidad. Dos ahogados, una persona muerta tras la picadura de una avispa y dos fallecidos en las carreteras son el balance negro de esta jornada.

Un bañista de 81 años falleció ahogado este mediodía en Samil. Los socorristas del arenal vigués vieron al hombre flotando bocabajo. Cuando lo sacaron del agua trataron de reanimarle sin éxito. Por otro lado, en Boiro, otro hombre, natural de Ferrol y de 71 años de edad, tuvo un infarto mientras se bañaba en el arenal de Barraña y tampoco pudo ser reanimado por los servicios de emergencia.

En el concello de San Cristovo de Cea, en Ourense, se registró en la tarde de ayer la tercera muerte en una semana por ataques de avispa en Galicia. Un varón de 65 años, alérgico a las picaduras, recibió el picotazo de una avispa autóctona mientras cortaba hierba en su finca. A pesar de que su mujer le administró una dosis de adrenalina, no pudo evitar su muerte.

Las carreteras del área metropolitana viguesa también han sido otro de los puntos negros este fin de semana. Ayer un vecino de A Cañiza de 41 años falleció tras una salida de vía con su coche en Gondomar, en una de las carreteras que discurre por el Monte Galiñeiro. El conductor fue encontrado en el exterior de su vehículo.

Finalmente, un hombre de 75 años de edad perdió la vida este mediodía en Mos después de caerse de la moto en la que circulaba. Según explican los servicios de emergencia desplazados al lugar del suceso, el conductor se precipitó a la calzada después de sufrir una indisposición al volante de su ciclomotor.