La Guardia Civil informaba hace escasos días de la interceptación de dos ciclistas, en las localidades pontevedresas de Portas y Mos, que dieron positivo en el control de alcoholemia. La tasa que arrojaron, de hecho, casi quintuplicaba la máxima permitida, que igual que para los automovilistas se sitúa en 0,25. Las estadísticas de la Jefatura Provincial de Tráfico de Pontevedra evidencian que estas infracciones no son precisamente una excepción. Y es que durante el primer semestre de este año se formularon un total de 21 denuncias contra usuarios de bicicletas por circular tras haber consumido drogas -12 casos- o alcohol -9-. Una cifra que se traduce en una media de casi un caso cada semana. En lo que se refiere a sustancias estupefacientes, es especialmente significativo el número de expedientes que se tramitaron en 2017: se cursaron un total de 50 denuncias, situándose así en ese ejercicio como una de las infracciones más frecuentes entre los ciclistas.

Entre enero y junio de este 2018 se cursaron un total de 122 denuncias a usuarios de bicicletas por infracciones cometidas en la red viaria de la provincia competencia de la Guardia Civil de Tráfico. Casi la mitad de ellas, concretamente 58, fueron por circular sin casco. Hacerlo con auriculares, algo que está expresamente prohibido, fue durante este primer semestre del año la segunda infracción que ha derivado en más denuncias, dando lugar concretamente a 19. Y otros hechos que también se han topado los agentes en las carreteras fue el caso de ciclistas que dieron positivo en presencia de drogas -12 denuncias- o que circulaban tras haber consumido alcohol -otros 9 casos-, según informa la Jefatura Provincial de Tráfico de Pontevedra.

En estos últimos casos, los de alcohol y estupefacientes, los usuarios de bicicletas tienen las mismas responsabilidades y obligaciones en las vías públicas que los conductores de vehículos a motor. En lo que se refiere a las pruebas de alcoholemia, la tasa máxima permitida, al igual que ocurre con los automovilistas, es de 0,25 mg/l. La sanción económica que pueden afrontar los ciclistas que exceden este límite es de 1.000 euros si superan la tasa de 0,50 y de 500 si el resultado se sitúa por debajo de este último registro y por encima del máximo permitido. Otra medida es la inmovilización del vehículo. En el caso de que den positivo a presencia de drogas en su organismo, la multa puede ser de hasta 1.000 euros.

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Las sanciones económicas son las mismas que se imponen a conductores. Eso sí, la diferencia es que el ciclista no perderá puntos de su carné de conducir. Y es que esto solo se produce cuando la infracción se produzca con ocasión de la conducción de un vehículo para el que se exija autorización administrativa para pilotarlo. Algo que evidentemente no ocurre con las bicis.

Durante el pasado año

En cuanto a las infracciones cursadas en la provincia de Pontevedra en 2017, del total de 304 denuncias a ciclistas, 50 fueron por presencia de drogas, frente a 8 por dar positivo en alcoholemia. Con respecto a esta última conducta, en el primer semestre de este año ya hubo más expedientes -9-, que en todo el pasado año.