Una caída accidental sin intervención de más personas era al principio la hipótesis que se manejaba en el caso de este vigués de 47 años de edad que falleció este lunes en el Hospital Álvaro Cunqueiro de la urbe olívica, cinco días después de ser hallado tirado en el suelo, semiinconsciente y con un fuerte golpe en la cabeza en el céntrico aparcamiento de A Palma de Baiona. Pero la Guardia Civil no descartaba otras vías de investigación y finalmente las pesquisas han dado un giro.

Un joven de 23 años vecino de la localidad del Val Miñor fue detenido ayer por su presunta relación con el fallecimiento de este hombre, que era muy conocido en el mundo futbolístico, destacando entre sus muchos proyectos el haber puesto en marcha en 2012 el canal Celta TV, del que fue su director. El Instituto Armado atribuye al arrestado la supuesta comisión de un delito de homicidio imprudente. La tesis que se maneja es que, en el marco de una posible disputa entre ambos, el chico habría dado un empujón al vigués, o realizado algún otro gesto, que provocó que este perdiese el equilibrio, se precipitase al suelo y se golpease gravemente en la cabeza como consecuencia de esa caída.

El detenido permanecía anoche en el cuartel de la Guardia Civil de Baiona y la previsión es que esta mañana pase a disposición judicial en Vigo, donde está de guardia el Juzgado de Instrucción 7. La autopsia al cadáver se le practicó ayer por la mañana en el Hospital Nicolás Peña. Aunque Carlos Bermúdez falleció este lunes, los hechos ocurrieron la pasada semana, concretamente avanzada la madrugada del día 5. Lo que parece claro es que el vigués no murió a consecuencia de una agresión directa, por ejemplo por haber sido víctima de violentos golpes. Sin que trascendiese el motivo, la hipótesis es que en el transcurso de una disputa verbal, de un tenso intercambio de palabras, se habría producido un empujón que provocó que la víctima se desplomase golpeándose la cabeza contra el suelo del parking. Supuestamente, ambos tenían síntomas de embriaguez. Testimonios recabados apuntan a que al detenido se le había visto esa noche por Baiona con signos de estar bajo los efectos del alcohol.

La causa de la muerte de la víctima fue un traumatismo craneoencefálico a consecuencia de haberse golpeado contra el suelo tras caer. Una caída que sería compatible con un tropiezo en un bordillo o con haber sido empujado. Y esta última tesis es por la que se ha inclinado la investigación, ante la evidencia del arresto practicado ayer. El cadáver no muestra los signos típicos de una agresión, como podrían ser puñetazos, arañazos u otro tipo de golpes. Hubo algún otro hallazgo, pero muy indeterminado.

Sin que haya trascendido si en el parking había cámaras de vigilancia que pudieran haber ayudado a la Guardia Civil a arrojar luz sobre este caso, una de las cuestiones que contribuyó a poner el foco en el joven detenido es que al parecer aquella misma madrugada fue él mismo el que habría alertado a los servicios de emergencia, aunque la versión que habría dado es que se encontró casualmente al hombre tirado en el aparcamiento baionés.

Homicidio por imprudencia

El delito de homicidio por imprudencia que inicialmente atribuye la Guardia Civil se aplica en aquellos casos en los que no hay dolo ni intencionalidad de causar la muerte, pero en los que hay una acción que conlleva ese riesgo.