El acusado de agredir sexualmente a una adolescente en el partido judicial de O Porriño, en prisión provisional desde hace casi año y medio por presuntos delitos de abusos sexuales, coacciones y amenazas a la víctima, ha fallecido en la cárcel de Topas en Salamanca donde esperaba la fecha del juicio. Los responsables del centro penitenciario no facilitaron datos sobre el óbito, si bien comunicaron a las partes en el proceso que M.R.L., de 43 años de edad, quedaba en "libertad" por fallecimiento.

El hombre llevaba casi año y medio en prisión provisional y hace algo más de un mes la Audiencia Provincial de Pontevedra denegó su excarcelación por tercera vez. La sala rechazó la petición dada la "solidez" de los indicios que había contra él, el "grave" riesgo de fuga, la elevada pena a la que se enfrentaría (hasta unos 15 años de cárcel), la próxima celebración del juicio (el Juzgado de Porriño había concluido el sumario para su remisión a la Audiencia Provincial donde debía juzgarse) y, sobre todo, la necesidad de "protección" de la víctima.

Los hechos tuvieron lugar entre noviembre de 2016, cuando se conocieron -la menor era amiga de algunos familiares del acusado-, hasta febrero de 2017, cuando se descubrió la situación que vivía la adolescente. M.R.L., con numerosos antecedentes por otros delitos, acababa de salir de prisión tras cumplir una larga condena cuando conoció a la víctima y se "obsesionó" con ella, según indicó en un auto la jueza de O Porriño que lo procesó por presuntos delitos de abuso sexual a menor de 16 años, amenazas y coacciones.

Supuestamente obligó ala adolescente a quedar con él y a mantener relaciones sexuales, en una ocasión bajo la intimidación de un cuchillo. Con intimidaciones, según obra en las diligencias, la forzó a llevar una foto suya, a telefonearle a diario o "mantener cara de felicidad" cuando estaban juntos. M.R.L. siempre negó las acusaciones, pero la declaración de la víctima los testigos, los parte médicos y una carta manuscrita cuya autoría reconoció M.R.L. eran indicios suficientes para la Audiencia de que podría imputársele un delito continuado de agresión sexual "que puede llevar aparejada una pena de hasta 15 años de cárcel"