El joven Alberto Fresneda, de 19 años de edad e hijo del corresponsal de "El Mundo" en Londres, falleció junto a otros dos chicos en la madrugada del domingo mientras hacían grafitis cerca de la estación de Loughborough Junctioneba. Las tres víctimas mortales fueron sorprendidos en un tramo de vía donde no hay posibilidades de refugiarse o apartarse en caso de encontrarse con un convoy en movimiento. Lo último que habían sabido de Alberto sus padres fue un mensaje a las diez de la noche del domingo en el que anunciaba que tenía la intención de volver a casa para cenar. Con el paso de las horas sus padres comenzaron a inquietarse.