Habían salido juntos a comer como cualquier otro día y, cuando regresaban para terminar la faena del día en el taller en el que compartían trabajo, la fatalidad se cruzó en sus vidas. Andrés Pardo Barcia, lucense de 31 años, Nicolás Andrés Carbonel, uruguayo afincado en Vegadeo, de 35, y Carlos Murias González, veigueño de 23, perdieron ayer la vida en un fatal accidente en la nacional 640 a su paso por San Tirso de Abres (Asturias). El suceso, en las inmediaciones del refugio de pesca de Xesteira, dejó conmocionada a la comarca del Eo.

Los tres jóvenes transitaban, pasadas las tres y media de la tarde, a bordo de un Peugeot 106 verde que conducía, según fuentes de la Guardia Civil, Carlos Murias. Por razones que se desconocen, perdió el control del vehículo a la salida de una curva e invadió el carril opuesto, chocando frontalmente contra una furgoneta de reparto de una empresa de A Pontenova (Lugo), que transitaba en sentido contrario.

El conductor del furgón, muy dañado, resultó ileso. Peor parados salieron los ocupantes del vehículo: dos de ellos fallecieron en el acto y el tercero, consciente tras el choque, falleció pocos minutos después. Aunque no se sabe con certeza la causa del siniestro, pudo influir el estado de la calzada, mojada tras la lluvia de la jornada.

Los testigos presenciales del accidente narran imágenes dantescas del suceso, con el vehículo prácticamente irreconocible. "Fue horroroso, el coche quedó destrozado, no había vehículo", señala un vecino que llegó al lugar instantes después de la colisión. Refieren también la impotencia del conductor del furgón, que nada pudo hacer por esquivar el vehículo.

Las dimensiones del suceso, que provocó un gran despliegue de efectivos sanitarios y de seguridad, obligaron a cortar por completo el tráfico de la nacional en ambos sentidos. En torno a las seis de la tarde la Guardia Civil abrió un carril para restablecer el tráfico, que quedó abierto de manera total en torno a las ocho y media de la tarde, cuando se retiró el vehículo de los fallecidos.

Los cuerpos fueron trasladados al tanatorio de Monjardín, de donde partirán hoy a primera hora de la mañana rumbo a Oviedo para practicarles las autopsias. Los ayuntamientos de Vegadeo y San Tirso decidieron ayer decretar tres días de luto oficial. Vegadeo por ser el lugar de residencia de dos de los fallecidos y San Tirso, según precisó su alcaldesa, porque el suceso se registró en el término municipal y los tres eran trabajadores del taller de automoción Julio García, ubicado en la capital del municipio y muy conocidos por los vecinos. De manera paralela, el Concello de A Pontenova (Lugo) suspendió en señal de duelo actividades musicales que tenían previstas para hoy.