Un hombre atracó ayer a las once de la mañana a punta de pistola una sucursal bancaria de Caixa Rural Galega en la zona de la plaza de Lugo de A Coruña. El asaltante accedió a la entidad con el rostro descubierto, solo llevaba puestas unas gafas de sol, y consiguió apoderarse de 9.000 euros después de encañonar a la empleada que estaba sola en la caja. Tras hacerse con el botín, se colocó una gorra o una capucha y huyó andando. La Policía Nacional trata de identificarlo e investiga si contó con la colaboración de algún cómplice que lo esperase cerca de la sucursal con un vehículo para facilitarle la huida.

El hombre timbró y la empleada que estaba en la caja sola -su compañera había salido- le abrió la puerta porque su apariencia no le hizo sospechar. Al acceder a la oficina, esperó a que atendiese a un cliente que había en el interior y, cuando salió, sacó la pistola y encañonó a la mujer. El grito de la empleada alertó al director, que estaba en un despacho próximo. El responsable de la entidad salió de su oficina, por lo que el atracador se dirigió hacia él con el arma y le exigió que se aproximase a la zona de las cajas para entregarle el dinero.

El director le explicó que si quería sustraer el efectivo de la caja de seguridad tenía que esperar unos diez minutos a que se abriese. El ladrón descartó esa opción y, a punta de pistola, les exigió que le diesen el dinero que estuviese a su alcance de forma inmediata. Así, consiguió apoderarse de 9.000 euros y huir, según fuentes de la investigación.