La Guardia Civil, en colaboración con la policía federal australiana y Europol, ha identificado a ocho personas -cinco hombres y tres mujeres- como presuntas autoras de un delito de estafa a través de Internet por la venta de acciones inexistentes a dos vecinos de Baralla (Lugo).

Según ha informado el Instituto Armado, en el marco de la 'Operación ñandús', iniciada en Lugo en el año 2015, han sido identificados los presuntos autores de un delito de estafa conocido como 'boiler room' o venta de acciones inexistentes. Las autoridades australianas han intervenido 8.000.000 dólares de ese país.

En el marco de esta operación fueron víctimas dos vecinos de Baralla. A estos inversores "se le prometía grandes beneficios tras indicarles que depositaran fondos en cuentas bancarias de entidades de Nueva Zelanda, Australia y Hong Kong, ingresando 3.000 euros en una supuesta empresa de inversiones bursátiles", han relatado las mismas fuentes.

Los inversores ven en línea el saldo de su cuenta de esta comercialización y que está aumentando su montante por encima de sus expectativas, indican las mismas fuentes, que concretan que "la comercialización se realiza supuestamente por operadores expertos que utilizan programas informáticos específicos con servidores en el extranjero".

"Los inversores recomiendan, patrocinan o invitan a conocidos para que realicen ingresos en esta red, en la creencia de que ellos están sacando pingües beneficios", señala la Benemérita.

La recomendación de otros inversores para que participen en el sistema conlleva, añade el Instituto Armado, "un considerable incentivo económico", y en muchos casos los inversores no pueden subscribirse si no han sido recomendados por otro inversor previo.

Ubicación extraterritorial

Los fondos del inversor se transfieren a una ubicación extraterritorial "para el beneficio personal exclusivo de los integrantes de esta red", explica la Guardia Civil, que agrega que "los saldos que se muestran en la página web continúan aumentando, lo que muestra supuestos beneficios de las operaciones cuando en realidad no es así".

Una vez que los inversores intentan retirar sus fondos, "se les presenta un abanico de excusas y nunca reciben ningún dinero", subraya el Instituto Armado, pero "un ínfimo porcentaje de los primeros inversores sí pueden hacer algunas retiradas para que así puedan seguir recomendando el sistema a otros".

En este caso se les exigía la realización de nuevos ingresos para la expedición de una tarjeta bancaria al objeto de retirar las ganancias de las inversiones, que nunca es recibida.

Estafas múltiples

La Guardia Civil destaca que este tipo de delitos "permite obtener grandes beneficios a sus autores", al tratarse de estafas múltiples de ámbito internaciones con una pluralidad de víctimas, "operando desde terceros países, con las cuentas bancarias y servidores de las webs utilizadas en distintas naciones, lo que dificulta enormemente la identificación y detención de los autores que se amparan en el anonimato de Internet".

Los beneficios de esta estafa eran transferidas a entidades bancarias de Filipinas y Serbia. Han sido identificados cinco hombres y tres mujeres, la mayoría de origen serbio y filipino, todos con vínculos familiares entre ellos. La investigación ha sido coordinada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Becerreá (Lugo).