José F. B., un vecino de Celanova conocido como Pepe Paspallo, con pasado penal por tráfico de drogas, falsificación de moneda o quebrantamientos, pero que también fue víctima de un intento de rapto -en 2001-, un atentado con bomba a las puertas de su casa, del que salió indemne -en 2003-, así como un apuñalamiento -en 2011-, se enfrenta ahora a una petición de la Fiscalía de 10 años y medio de prisión, por presuntamente ejercer violencia física sobre sus dos hijos menores de manera habitual, malos tratos y abusos sexuales a la niña.

La vista iba a celebrarse ayer en la Audiencia de Ourense, pero no fue posible. Se suspendió por la ausencia de una perito forense que hizo las exploraciones a las víctimas en Portugal, donde residen en la actualidad con una abuela. La especialista examinó a la menor en relación al presunto abuso y su declaración es importante para la acusación. La defensa discute el informe. Rafael Cid, el abogado de Paspallo, solicita la libre absolución porque no existe "ninguna prueba objetivada de daños a los menores". Tras la suspensión, ante los periodistas, aludió de nuevo a que la denuncia de este caso se debe a un "afán de revanchismo" de la abuela para, según esta parte, tener la tutela de los menores.

El acusado reside en la actualidad en Celanova. Pese a que, según la defensa, el juzgado local le reconoce la custodia de los pequeños, estos viven en Portugal con la abuela porque el país vecino adoptó una medida de protección hasta que se esclarezca si fueron víctimas de agresiones y abusos. A pesar de la pena elevada de prisión que solicita el ministerio público -que se suma a una solicitud de 7 años de alejamiento del niño, 17 de la niña y la retirada de la patria potestad-, Paspallo no ha llegado a estar en prisión preventiva. No fue detenido, sí citado como investigado.

Cuando ocurrieron los hechos acusado e hijos sí convivían. En su escrito de acusación, la fiscal señala que desde que los hijos regresaron a casa en diciembre de 2013 para reanudar la convivencia familiar, el padre desarrolló hacia ellos un "trato claramente vejatorio" con la finalidad de menoscabar su integridad física y psíquica, aunque en ninguno de los casos, precisa, "se han podido objetivar lesiones".

Los episodios supuestamente se producían en el domicilio, donde el hombre, que tiene antecedentes penales no computables en este caso a efectos de reincidencia.