El Concello de Tui contrató a la empresa con orden judicial de cierre y derribo, Pirotecnia La Gallega, los fuegos de San Telmo de este año. Lo hizo al tiempo que mantenía en sus escritos al juzgado que esa firma no tenía actividad. La empresa, al frente de la cual está Francisco González Lameiro, responsable del polvorín ilegal que estalló hace casi una semana dejando dos muertos y números damnificados en Paramos, fue la responsable de poner el broche de oro a las fiestas, el 9 de abril. Fue el plato fuerte final junto a la actuación de la popular Orquesta Panorama.

Se da la circunstancia de que ese mes el Concello estaba a la espera de dos informes, uno de ellos urbanístico, para proceder a la demolición de varias partes de la empresa, para el que ya existía proyecto. Pero Tui pagó unos 10.000 euros por los trabajos contratados a esa misma firma para las fiestas. Y la propia pirotecnia presentó el seguro de responsabilidad civil obligatorio para realizar la exhibición.

En 2017, siendo alcalde Enrique Cabaleiro y con una situación de legalidad similar a la actual -el último requerimiento entonces a la empresa era de 19 de enero de ese año-, el Concello contrató también a Lameiro los fuegos de San Telmo. Al mismo tiempo se instaba a la pirotecnia a que ejecutase voluntariamente los derribos, respondiendo a los escritos del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Pontevedra, que urgía la ejecución de la sentencia de 2015 que anulaba la licencia concedida en 2013 por el Ayuntamiento.

En agosto de 2017 un informe de la Policía Local aseguraba que en "una visita de inspección a la planta no hay actividad de fabricación, no funciona maquinaria alguna en el interior dentro del cercado de la finca donde están las furgonetas que forman parte de la flota..." Los agentes añadían, sin embargo, que la empresa seguía funcionando "con el producto que tienen ya manufacturado en Portugal". Ponían de manifiesto que en la oficina había una persona y el propio dueño, quien señalaba que "la oficina sí que funciona porque es donde está el material administrativo informático y donde gestionan el funcionamiento de la pirotecnia".

Con estos datos, para el Concello quedaba claro entonces que no se había clausurado la actividad y se inició así el procedimiento para la demolición, incluido el proyecto. La empresa continuó desarrollando su actividad, si bien desde la misma se insistió que la planta de Baldráns estaba cerrada.

Vecinos

Testimonios vecinales de que los talleres seguían activos y las notificaciones al juzgado pusieron contra las cuerdas al Ayuntamiento. Un requerimiento judicial de este mayo obligaba al alcalde de Tui, Carlos Vázquez Padín, a informar de lo que había hecho desde febrero, cuando la técnica de Urbanismo informó, otra vez, que la sentencia no se había ejecutado.

El dueño de la pirotecnia supo a principios de este mes que la Guardia Civil realizaría una inspección. Los abogados del vecino denunciante habían pedido librar oficio al Instituto Armado para conocer la cantidad de explosivo existente y saber si había actividad. Algunos vecinos creen que el miedo a esta inspección fue lo que motivó la búsqueda de otros almacenes para guardar el material.