La Pirotecnia La Gallega ya había sufrido más siniestros. Uno de ellos ocurrió en marzo de 2005. La explosión fue en uno de los depósitos de lucería que tenía en sus instalaciones en otra parroquia tudense, en Baldráns. Un incendio hizo volar por los aires la caseta. No hubo daños personales y los operarios pudieron salir sanos y salvos, aunque "muy afectados" por el "susto" sufrido. La onda expansiva causó otros destrozos materiales, entre ellos en viviendas próximas.

Un responsable municipal relataba entonces que la pirotecnia, creada en 1932, ya había tenido otro grave siniestro muchos años atrás. Se refería a otra deflagración ocurrida en 1980 que dejó cuatro heridos, uno de ellos muy grave, y redujo a escombros las instalaciones que tenían entonces. Los lesionados fueron trabajadores, dos hombres y dos mujeres de entre 51 y 23 años de edad.