La tierra tiembla bajo nuestros pies, y no en sentido figurado. Aunque no lo hayamos percibido, la provincia de Pontevedra ha registrado en 12 horas un total de 32 terremotos. La insual actividad sísmica se ha concentrado especialmente en Ponte Caldelas, donde el Instituto Geográfico Nacional ha contabilizado 29 sacudidas; otras dos ocurrieron en el término municipal de Pontevedra y otra en el de Vilaboa.

Esta acumulación de movimientos telúricos en tan poco tiempo, llamada "enjambre sísmico", se conoció ayer por la tarde, tras datarse una decena de sacudidas en apenas tres horas (entre las 18:36 y las 21.21 horas). Pero el episodio continuó hasta bien entrada la madrugada. El último temblor se producía a las 5:51 horas en territorio pontecaldense.

Los seísmos han sido de baja intensidad. El de mayor magnitud, de 3.1, sacudió Ponte Caldelas a las 20:04 horas. El Instituto Geográfico Nacional lo cataloga como "sentido", es decir, apenas perceptible por la población y sin daños materiales. Este concello también vivió el de menor valor, de 1.5, a las 3.58 horas de esta madrugada. En cuanto a la profundidad, las sacudidas han tenido su origen en un rango entre los 24 y los 10 kilómetros.

Los intermitentes movimientos telúricos han cesado al filo de las seis de la madrugada. Pese a su elevado número, los seísmos han pasado desapercibidos para los vecinos de los tres concellos afectados y ninguno ha causado daños materiales.