Noche de lunes. Zona 'guiri' de Benidorm. Cuatro turistas británicos se enzarzan en una pelea y uno acaba herido grave. La Policía Nacional requiere la presencia de una ambulancia del servicio público gestionado por la Consellería de Sanidad de la Comunidad Valenciana, para trasladar al herido al Hospital Comarcal de La Vila Joiosa. Horas después, los agentes requieren al centro sanitario información sobre la víctima para incorporarla al atestado. Pero en Urgencias no saben nada. Tampoco en el CICU. El paciente nunca llegó al hospital. Porque la ambulancia que debía desplazarlo y custodiarlo hasta allí lo había "perdido" a mitad de camino y no había dado a nadie parte alguno sobre los hechos. Si esta historia les resulta surrealista, esperen. Todavía hay más.

Los dos trabajadores de la ambulancia, un conductor y un sanitario, regresaron a la base donde tienen su vehículo. La Policía los localizó. Y ellos relataron que la víctima se despertó en mitad del trayecto, se puso violenta con uno de ellos y, cuando el otro paró la ambulancia, al abrir la puerta el herido es escapó.

Los agentes salieron en su busca. Y lo encontraron inconsciente en una cuneta. Otra ambulancia lo llevó a Urgencias. La Policía, al sospechar de la actitud de los ocupantes de la ambulancia que lo habían "perdido" se lo hizo saber a la Guardia Civil. Hicieron a los dos un test de drogas y alcohol y dieron positivo, al menos en cocaína y marihuana. Fueron detenidos por presunto delito de omisión del deber de socorro y uno afronta sanción por conducir bajo efectos de las drogas y otras consecuencias penales.