La investigación judicial del crimen de Ana Enjamio, la joven ingeniera asesinada en el portal de su edificio a finales de 2016 en Vigo, está muy avanzada. A la espera de la comisión rogatoria con la justicia norteamericana a través de la cual se solicitan datos de Google sobre la geolocalización de los teléfonos móviles de la víctima y de su presunto agresor César Adrio Otero -trabajaban en la misma empresa y mantuvieron una relación sentimental-, lo cierto es que, al margen de esta prueba, la Audiencia Provincial de Pontevedra ya aprecia la existencia de "indicios racionales de criminalidad" contra el investigado. Y cita expresamente dos de ellos en un auto judicial en el que rechaza la petición de la defensa de que se deje en libertad provisional a su cliente. Uno de ellos, la "existencia de sangre" de la víctima en el coche del imputado. Y el otro, que se hallaron "restos celulares" de él "en la levita y en los pantis" de la fallecida.
El que existan estos indicios es una de las razones que llevan a la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra a denegar la excarcelación de este vigués, en prisión provisional desde el 21 de diciembre de 2016, tras ser detenido por el crimen. Confirma así la decisión de la juez del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo y desestima el recurso de apelación del abogado de César Adrio, que solicitaba la libertad "con las medidas de garantías distintas a la privación de libertad que se consideren pertinentes".
"El carácter incriminatorio de los datos que se puedan desprender de las diligencias llevadas a cabo a lo largo de la instrucción habrá de ser valorado en un momento procesal posterior por los miembros del Tribunal del Jurado, pero ello no impide que en el momento actual sí se cuente con indicios de criminalidad contra el recurrente, sin ánimo de prejuzgar, sobre la comisión de hechos que pudieran ser tipificados como constitutivos de un delito de asesinato [...]", refiere la Audiencia, que cita en este extremo el hallazgo de la sangre en el vehículo de él y también de ADN del hombre en prendas de ropa de la chica. El crimen ocurrió la madrugada del 17 de diciembre de 2016. Esa noche víctima e investigado coincidieron en la cena navideña de empresa. Cuando la joven volvía a su piso, en la avenida de Madrid, fue atacada brutalmente en el portal, recibiendo más de 20 puñaladas. Después su agresor huyó. César Adrio fue detenido ese mismo fin de semana tras intentar suicidarse. Separado y con dos hijos, había mantenido una relación con la fallecida que ya se había roto cuando fue el crimen.
La Sección Cuarta no solo rechaza la excarcelación por la existencia de estos indicios contra el presunto asesino. También aprecia riesgo de fuga por circunstancias como "la naturaleza del delito", la "gravedad" de las penas y por el hecho de que la instrucción está próxima a finalizar y está por ello más cercano el juicio. "El arraigo familiar referido a su lugar de residencia así como la de sus padres y hermana; y el contrato de trabajo suspendido no son datos suficientes para considerar conjurado el riesgo de fuga [...]", concluye, entre otros argumentos.
