La joven conductora del todoterreno que el jueves arrolló a 9 ciclistas alemanes en Capdepera (Mallorca) y dio positivo en cannabis volvió ayer a ser detenida. El arresto se produjo al fallecer uno de los deportistas, Christoph Bohnen, de 47 años de edad y el más cualificado de los que formaban parte del pelotón. Murió a causa de un fallo multiorgánico por las lesiones sufridas.

La automovilista, media hora antes de ser apresada y en declaraciones a Diario de Mallorca, alegó que no iba bajo los efectos de los estupefacientes. "No iba drogada. Esa mañana no había consumido. Los ciclistas se metieron en mi carril", aseguró Anais M.B. La sospechosa, acusada de delitos de homicidio y lesiones imprudentes y contra la seguridad del tráfico, sostiene que el pelotón se abrió cuando iba a adelantar a los deportistas. La mujer, que en 2015 fue arrestada por conducir drogada y en 2016 en una operación de narcotráfico, pasará hoy a disposición judicial.

La sospechosa, de 28 años, aseguró que cuando fue el accidente volvía a casa junto a una empleada tras pasar la noche trabajando. "No venía de fiesta, sino de hacer una ruta de mi empresa. Llevaba trabajando desde las dos de la mañana", afirmó. Según su versión, no había tomado drogas en las horas anteriores al siniestro y atribuyó el positivo a un consumo de la "noche anterior o de días atrás". "No soy una drogadicta que sale a la carretera a matar a ocho personas", sentenció. Pese a que el jueves no quiso ser sometida a una analítica para confirmar los resultados de la prueba, dice que en el contraanálisis dará negativo.

La muerte, el jueves por la noche, de uno de los ciclistas a los que arrolló llevó a la Guardia Civil a citarla a declarar de nuevo ayer en el cuartel de Manacor. Cuando la joven se presentó, los investigadores la arrestaron por un delito de homicidio imprudente, ocho de lesiones imprudentes y otro contra la seguridad del tráfico. La acusada se acogió, como el día anterior, a su derecho a no declarar ante los agentes.

La sospechosa se mostró nerviosa, inquieta y llorosa y acabó pidiendo asistencia médica. La Guardia Civil la trasladó al hospital, donde le administraron un tranquilizante. Entonces fue conducida al cuartel, en cuyos calabozos estaba previsto que pasara la noche para pasar hoy a disposición judicial. El fallecido, natural de Westfalia, casado y con dos hijos, había llegado a las cotas más altas del ciclismo amateur. Asesor fiscal de profesión, era un consumado deportista experto en pruebas de ultrafondo.