La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal rumana que controlaba la prostitución en la madrileña calle Montera y ha liberado a seis mujeres que eran obligadas a mantener relaciones sexuales con sus clientes sin protección, a comprarse ropa provocativa, teñirse el pelo para llamar la atención y trabajar once horas al día, sin descanso, con servicios máximos de 15 minutos. Las víctimas eran captadas en Rumanía bajo engaño ya que se les ofrecía trabajo en el sector de la hostelería.