La Policía Nacional de Palma arrestó la semana pasada a tres responsables de una empresa cárnica de Marratxí que presuntamente distribuían entre restaurantes, hoteles y numerosos centros escolares de toda la isla alimentos en mal estado.

La detención de estas personas es consecuencia de unas inspecciones realizadas la semana pasada por parte de la Policía y técnicos de la conselleria de Salud, en las que se intervinieron más de 50 toneladas de productos congelados caducados, algunos desde hace más de tres años. El juez ha decretado el cese de la actividad de la firma.

Los arrestados están acusados de varios delitos contra la salud pública, contra los derechos de los trabajadores, falsedad documental y contra la Seguridad Social.

El propietario de la empresa fue detenido la semana pasada y puesto a disposición del juzgado de guardia de Palma. Quedó en libertad con la obligación de comparecer cada quince días en el juzgado. Su abogado mantuvo que había sido denunciado por varios trabajadores a los que había despedido. Respecto a las irregularidades en el etiquetado, explicó que su representado congelaba los productos frescos antes de que caducaran para poder prolongar así su venta durante 18 meses, lo que no incumple ninguna norma, y los productos que caducaban no se vendían.

La investigación la inició la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad Documental (UCRIF) de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional a raíz de la denuncia presentada por un empleado de la empresa en la que hacía constar una continua vulneración de sus derechos. El trabajador hacía jornadas de 6 de la mañana a cuatro de la tarde, de lunes a sábado por 600 a 900 euros, sin pagas extra y con menos vacaciones de las legales. También denunció el pésimo estado en el que se conservaba y se trataba la carne.

A partir de este momento se puso en marcha una actuación conjunta, la 'Operación Biltong', de la Policía Nacional y la Conselleria de Salud del Govern. El fraude más común detectado en los productos cárnicos es que estaban caducados o no se respetaba la cadena del frío. Muchos productos se vendían como frescos cuando se trataba de alimentos congelados.

"Con esta intervención hemos salvaguardado a colectivos vulnerables como ancianos o niños del consumo de esta carne, ha apuntado el comisario Rafael Caldera, jefe de la Brigada de Extranjería.

Segundo caso en pocos meses

Este es el segundo caso detectado en la isla de empresas que vendían productos en mal estado. El pasado mes de febrero, la empresa del sector de la distribución de productos refrigerados Miguel Socias Soler S.L., ubicada en el polígono Can Matzarí de Inca, fue clausurada por presuntamente haber manipulado alimentos que se encontraban próximos a caducar, cambiarles el etiquetado y revenderlos a sus clientes. Dos semanas después, los inspectores de Sanidad constataron que había subsando las deficiencias detectadas por lo que la empresa pudo recuperar su actividad.