El caso del triple crimen de Burgos aún no escribió su capítulo final. La línea de investigación actual es la Ángel R. P., "Angelillo". El comisario que estuvo al frente al principio y que dirigió la "Operación Caín" que llevó al arresto del hijo huérfano es tajante sobre la tesis que se sigue con este vecino de La Parte de Bureba. "Él no fue; no se adapta al perfil, no tenía llaves de la casa, no conocía la vivienda? No hay ninguna opción", zanja Ángel Galán.

Estos tíos de Rodrigo, traslada el letrado, siguen "apuntando" al hijo mayor del matrimonio asesinado. "Lo que había en su momento contra él no se desvirtúa", explica. Circunstancias como la del anillo de su madre, dice, son "suficientes" para llevarlo a juicio. O la de las llaves del coche, entre otros hechos. En el recurso de casi 90 páginas que el jurista presentó, sin éxito, para que no se sobreseyese la causa contra el chico señalaba que "todos" los indicios apuntaban a él.

¿Y qué es de Rodrigo ahora? El joven, que tras años en Galicia regresó al pueblo natal de su padre para trabajar las tierras que éste poseía, ha cambiado de papel en el proceso judicial. De imputado... a ejercer la acusación contra "Angelillo". El abogado del chico es el pontevedrés Jesús Santaló. "Él está preocupado. Tiene esperanzas en esta línea de investigación. Está convencido de que fue Ángel", resume el letrado, que describe a su cliente como un "chaval serio" que pasó por una experiencia traumática, la pérdida de su familia, "de las que dejan huella".