La reforma del Código Penal de 2015 y la cada vez mayor sensibilización existente son dos factores que tienen mucho que ver con el aumento de casos de maltrato animal que salen a la luz. Las estadísticas que maneja el grupo Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra no dejan lugar a dudas y arrojan que el número de delitos de esta índole se duplicaron en un período de solo dos años en la provincia. Y es que el 2017 se cerró con 32 casos, la cifra más elevada de los últimos ejercicios: son prácticamente una decena de actuaciones más que en 2016 -cuando hubo 23- y el doble que en el año anterior -en el que se contabilizaron 15-. Estos casos de animales muertos o moribundos con signos de violencia, o en estado de abandono y con desnutrición... tienen como principales víctimas a los perros, aunque también tienen un peso importantes los delitos detectados relacionados con caballos.

Los cambios legales de 2015 conllevaron una agravación de las penas y una ampliación de los supuestos delictivos. El artículo 337 del Código Penal es el que castiga el maltrato animal. Y es el que se aplicó en los 32 casos detectados en 2017 en la provincia. Entre los más graves se encuentra uno en A Lama, donde un vecino dejó morir a dos caballos a los que había encerrado en una cuadra. Y otro en Ponte Caldelas, donde los agentes hallaron a varios perros muertos en un monte y se toparon con un cercado con galpones donde había casi una decena de canes con evidentes síntomas de desnutrición. También destaca una actuación en Soutomaior, donde un vecino fue detenido al hallarse una quincena de perros en condiciones deplorables y varios cadáveres en proceso de descomposición. Y en O Rosal se descubrió un caso en el que las víctimas del maltrato eran ovejas.

Lo cierto es que los operativos se han sucedido. El artículo 337 castiga con penas de entre tres meses y un día y un año de prisión al que "maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud" a animales domésticos o amansados, a los que "temporal o permanentemente" vivan bajo control humano y, en definitiva, a cualquiera "que no viva en estado salvaje". El uso de armas u objetos o el ensañamiento son circunstancias que agravan la pena.

Cuando el maltrato derive en la muerte del animal, la condena puede llegar hasta los 18 meses de cárcel. El Código Penal también castiga el trato cruel en espectáculos no autorizados legalmente o el abandono, en estos casos con multa.