Un joven que conducía un Mitsubishi Lancer por una carretera de las Islas Baleares a 216 kilómetros por hora en un tramo limitado a 60 asegura que el radar de la Policía Local de Palma, que le 'cazó' circulando a una velocidad nunca antes vista en la capital balear, "no funciona, marca mal". Afirma que en ese momento "estaba frenando" ya que "en esa zona, solo 600 metros atrás hay una rotonda".

El joven, de 27 años y al que se le imputa un delito contra la seguridad vial, ha querido dar su versión de lo sucedido en la página de facebook de Diario de Mallorca, después del aluvión de críticas en las que le recriminaban su "falta de sentido común" y le recordaban la suerte que había tenido porque "a esa velocidad, podría haber matado a alguien".

"Quiero aclarar que es una carretera donde, a esas horas, solo había un búho en lo alto de un pino mirándome", se justifica el conductor y añade que "era la una de la mañana, ¡no había nadie!". Además, pide a aquellos que le critican que recuerden "que todos tenemos familia".

Los hechos ocurrieron sobre la una de la madrugada del lunes en el tramo comprendido entre la rotonda de la prisión y la del polígono Son Castelló, en la carretera de Sóller. Una Unidad de Radar de la Policía Local permanecía en la zona cuando un coche, aparentemente de rally, irrumpió en el lugar.

El conductor pisó el acelerador a fondo y, en unos pocos metros, sobrepasó con creces los 200 kilómetros por hora en un tramo limitado a 60.

Los agentes no salían de su asombro al comprobar el registro que había dejado el turismo en el radar. Al pasar por la franja de detección, el mecanismo tomó una muestra fotográfica con la matrícula del coche. La medición alcanzó los 216 kilómetros por hora.