"No fue intencionado, no fui a por él; actué para defender a una amiga". El vecino de Vigo de 42 años acusado de arrancar un trozo de oreja de un mordisco a un conocido se disculpó por lo ocurrido en el juicio celebrado ayer y aseguró que está dispuesto a pagar la indemnización solicitada, que supera los 16.000 euros. Pero señaló que entrar en prisión le "arruinará" la vida: "Lo siento, lo que hice está mal, pero no quiero ir a la cárcel". José Manuel M.F. aseguró que no fue consciente del mordisco que asestó al herido, Javier R.P., en el forcejeo que mantuvieron en la terraza de un bar de Gregorio Espino. "Le mordí sin darme cuenta; cuando los policías preguntaron dónde estaba el lóbulo yo no sabía si lo había escupido o tragado...", describió. En la inspección hecha en la zona no se llegó a encontrar el trozo de oreja arrancado.

El Ministerio Público solicita 4 años y medio de cárcel, junto a la indemnización. "La oreja quedó deforme, hubo intencionalidad; en los juzgados vemos casos de peleas a diario y es la primera vez que me encuentro con una agresión como ésta", señaló la fiscal. El abogado defensor, mientras, demanda libre la absolución y lamentó que no se apreciase que su cliente -trabajador en la descarga que "nunca" antes había tenido "un problema" como éste- actuó en defensa de una amiga que de forma previa, dijo, sufrió una "cobarde agresión" por parte del herido. "Hubo violencia sobre la mujer; las dos fiscales que intervinieron en el caso son mujeres y no se lo tuvieron en cuenta; no se trata de premiar al acusado, pero tampoco de perpetuar o justificar esta lacra", manifestó el letrado.

En un bar

Los hechos juzgados ayer en la Audiencia viguesa ocurrieron la tarde del 6 de agosto de 2016 en la terraza de un bar. El acusado, José Manuel, contó que estaba con una amiga y que el herido, Javier, fue hacia ella a pedirle un cigarrillo. Media hora después, añadió, regresó y solicitó otro pitillo. En esta ocasión la mujer no se lo dio y el hombre, aseguró, la empujó y le dio una bofetada. Fue entonces cuando se enzarzaron. "Vi que tenía la mano mojada de sangre", describió. Tras ese altercado fue al baño y, a la vuelta, vio que Javier volvía a abofetear a su amiga. "Lo reduje hasta que llegaron los policías", afirmó. "Tuve que ser yo el que le mordí la oreja, pero no fui consciente", admitió. La versión de la mujer fue coincidente con el relato del encausado. "Jose [el imputado] es tranquilo, pero si alguien se mete con una mujer la defiende", indicó.

El herido, Javier R.P., está en la actualidad en prisión y compareció en la sala de vistas esposado y custodiado por policías. Afirmó que solo pidió un pitillo a la amiga del acusado y que fue ella quien le dio dos bofetones. Y refirió que el imputado se abalanzó sobre él y le mordió: "Me sacaron un trozo de oreja sin motivo; no les provoqué ni insulté". A causa del mordisco, la víctima necesitó tratamiento quirúrgico, quedando pendiente de cirugía plástica para la reconstrucción del lóbulo.

El hijo del dueño del bar contó que se enteró de la pelea al escuchar ruido y ver después "las sillas" y otros objetos "por el aire". La fiscal le preguntó sobre su declaración en fase de instrucción de que creía que el acusado, la víctima y la mujer estaban bajo los efectos del alcohol, pero no pudo concretar nada más al respecto de esta afirmación. Los policías, mientras, manifestaron que buscaron en la zona el trozo de oreja arrancado y no lo encontraron.