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Un crimen machista ocurrido hace dos años en Vigo

Más de 40 testigos y peritos citados en el juicio al acusado de arrojar a su mujer por la ventana

La vista arranca el lunes con la selección del jurado popular y el interrogatorio a Alberto V.G., de 64 años -La Fiscalía solicita su ingreso en un psiquiátrico durante 15 años

El acusado, en 2015. // FdV

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ya tiene todo preparado para comenzar este lunes el juicio contra el sexagenario Alberto V.G., el vecino de Vigo que supuestamente mató a su esposa de 71 años arrojándola desde la ventana de su domicilio, un crimen machista ocurrido en 2015 en el barrio de O Calvario de la ciudad olívica. Una vista que arrancará con la selección del tribunal popular que se encargará de juzgar este caso y en la que, tras el interrogatorio al acusado, comparecerán más de 40 testigos y peritos. Los testimonios de todos ellos se escucharán a lo largo de cuatro jornadas maratonianas desde el lunes y hasta el jueves -el juicio se celebrará en sesiones de mañana y tarde-, tras las cuales la Fiscalía y los abogados de acusación particular y defensa expondrán sus informes definitivos antes de que el jurado se retire a deliberar y emita su veredicto.

Las acusaciones no irán de la mano en sus peticiones en el juicio. Sus planteamiento son muy distintos. La Fiscalía, pese a apreciar un delito de homicidio, pide la libre absolución del acusado al estimar que concurre la eximente completa de enajenación mental: su solicitud es que ingrese en un psiquiátrico penitenciario por un plazo máximo de 15 años. ¿El motivo de esta demanda? El Ministerio Público considera que el hombre, desde meses antes del crimen, estaba afectado por una "ideación delirante" de tipo persecutorio centrada en su mujer, sobre la que estaba convencido de que lo estaba "envenenando" para acabar con él y quedarse con su dinero. Una alteración que, concluye,"anuló sus facultades cognitivas y volitivas a la hora de matarla".

La abogada de la familia de la fallecida -la víctima, María Jesús Rodrigues Fernandes, era natural de Portugal- no comparte el criterio del fiscal. La acusación particular califica lo sucedido de delito de asesinato y solicita la mayor pena que contempla el Código Penal: la prisión permanente revisable. A juicio de esta parte, Alberto V.G., que permanece en prisión provisional, actuó con alevosía y ensañamiento. ¿Y el acusado? Aunque en su primera comparecencia ante la juez instructora se acogió a su derecho a no declarar, el mismo día de los hechos se defendió alegando que fue la víctima la que se tiró al vacío. Y en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro, donde tras el crimen estuvo internado tres semanas debido a un episodio psicótico, insistió en la idea de que su mujer lo estaba "envenenando".

Hace pocos días que se cumplieron los dos años desde el crimen. La próxima semana, junto al testimonio del acusado si opta por declarar, los miembros del jurado escucharán a otras 43 personas, entre testigos y peritos. Comparecerán el hijo de la víctima, trabajadoras de los servicios sociales que atendieron a la mujer días antes del homicidio -María Jesús había decidido separarse de su marido-, vecinos, un familiar del acusado... También policías locales y nacionales, psiquiatras, forenses... La autopsia, junto a los graves traumatismos de haber sido arrojada desde un tercer piso, reveló también que la víctima presentaba heridas contusas en cuello y mandíbula, marcas de uñas en la cara y signos de una acción de sofocación o de que la agarraron por el cuello, así como señales de que habría producido un forcejeo antes de la caída. "Tiroume o meu home", llegó a decir la mujer a un agente antes de morir.

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