El juicio del caso del ciclista que se quedó parapléjico en septiembre de 2014 al impactar contra una gran piedra colocada presuntamente a modo de obstáculo en el monte Alba de Vigo ha quedado suspendido hasta el próximo mes de febrero. El ingreso hospitalario de un abogado motivó el aplazamiento. La vista oral tendrá lugar finalmente a partir del 26 de febrero. La Sección Quinta de la Audiencia tenía previsto comenzar hoy, hasta que se produjo la suspensión, el juicio a cuatro miembros de la Comunidad de Montes de Valadares (el entonces vicepresidente José C.A. y tres empleados) acusados de un delito de lesiones por imprudencia grave ya que según el fiscal colocaron obstáculos en caminos forestales para impedir el paso de ciclistas.

El Ministerio Público pide 2,5 años para cada uno de ellos y una indemnización de 832.000 euros para la víctima, para lo cual solicita la declaración de responsabilidad civil subsidiaria de la comunidad de montes. La acusación particular, por su parte, interesa 6 años de prisión para cada uno y una indemnización de casi 1,5 millones de euros.

A las puertas del edificio judicial había varios miembros de distintas comunidades de montes de Vigo para mostrar su apoyo a los acusados. Afirman que lo ocurrido fue "un desgraciado accidente". Gregorio Álvarez, actual presidente de la mancomunidad de montes de Valladares, afirma que "no nos podemos hacer responsables de gente que sube al monte y tiene un accidente; en el monte hay peligros; nos desvinculamos de la colocación de las piedras". Álvarez es presidente desde 2015, con posterioridad al siniestro.

Entre los miembros de las comunidades que estuvieron esta mañana en el juzgado estaban muy presentes los incendios y las duras horas que acababan de vivir para sofocarlos. Pablo Rodríguez, de la comunidad de montes de Valladares, relató las duras horas vividas. "Fueron horas de gran nerviosismo; había incendios al lado de las casas y te veías impotente, no podías hacer nada; estuvimos desde las dos de la mañana y hasta las seis menos cuarto; cuando empezó a llover pudimos sofocar las llamas; yo estuve en la zona de monte Sobreira, cerca del instituto y colegios; eran las seis cuando nos acostamos, pero era difícil dormir; el humo entró en las casas; fue una noche dura", resume.

También realizó declaraciones al respecto el presidente de la comunidad de montes de Valladares, Gregorio Álvarez, que estaba en los juzgados en apoyo a los acusados: "Llegué a casa, me duché y me vine para aquí; y en cuanto pueda vuelvo al monte; es un momento difícil; fue una noche dura que pasamos sin dormir".