Tres personas se sentaron ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial de Pontevedra acusadas de tentativa de homicidio y lesiones por la brutal agresión a dos porteros de nacionalidad búlgara del club Peinador en diciembre de 2010 pero tan solo uno de ellos finalizó la vista oral como acusado. El fiscal y la acusación particular decidió retirar todos los cargos contra dos de los tres sindicalistas vigueses procesados, A.E.F.M., de 43 años, y J.A.F.V., de 38, a quien el Ministerio Público inicialmente les acusaba de agarrar a los dos porteros víctimas de la agresión, mientras estos eran acometidos por Francisco José V. V., el principal acusado y supuesto autor de los navajazos.

El fiscal retiró los cargos contra estas dos personas después de escuchar sus declaraciones, en las que aseguraron que en ningún momento participaron en la pelea que se originó a las puertas del club salvo, en todo caso, para intentar separar a los porteros de su amigo.

Pero es que además esta versión de los hechos fue ratificada por otros testigos e incluso una de las víctimas, el portero que sufrió las lesiones menos graves, dado que él mismo explicó que J. A. F. V. lo llegó a agarrar pero solo para intentar separarlo de la pelea. Además, esta víctima y el resto de los porteros del local que acudieron en ayuda de sus compañeros ratificaron, como aseguró él mismo, que A. E. F. M. intentó auxiliar al portero que resultó herido de mayor gravedad, tratando de reanimarlo y de taponar la herida en la cabeza por la que manaba sangre.

No recuerda nada

Precisamente, el testimonio de este portero, que sería clave, no aportó gran cosa durante la vista oral celebrada ayer dado que no recuerda nada de lo sucedido. Como consecuencia de las heridas de arma blanca que sufrió (dos en la cabeza y otra en el abdomen) padece graves secuelas como dificultades para procesar la información y atención alternante, entre otras. Las forenses indicaron que las heridas afectaron a "zonas vitales" y le mantuvieron 173 días en el hospital.

En lo que coincidieron todos es que los cuatro sindicalistas que llegaron esa madrugada al club Peinador "iban muy borrachos" después de una tarde entera consumiendo alcohol tras celebrar una comida de Navidad, puesto que todos eran compañeros en el sindicato en Vigo.

Los dos acusados explicaron que, tras la agresión, el supuesto autor material de los hechos huyó y que lo recogieron más tarde en el coche. Afirmaron que entonces él les mostró una navaja y que les dijo que "se la había sacado a uno de los porteros y que creía que lo había pinchado". Francisco José V. V., reconoció que tenía la navaja pero que no sabe como pudo llegar a sus manos, pues no era suya.

Uno de los porteros, el que resultó con heridas más leves, reconoció a Francisco José como la persona que lo agredió y que el acusado corrió detrás de él por el exterior del establecimiento persiguiéndolo con la navaja.

Francisco José V. V. insiste en que él no agredió a nadie. Afirma que tuvieron una discusión a la entrada del establecimiento porque les exigían el pago de una entrada al local y que, de repente, los porteros empujaron a uno de sus compañeros "se nos echaron encima". A partir de ahí dice que "fue todo muy confuso". "No sabría precisar lo que pasó", dice. Afirma que él entró en "pánico" y que tuvo miedo todo lo que había "escuchado y visto en programas de televisión sobre el mundo de la prostitución y de los porteros de este tipo de locales" y que "yo lo único que trataba era de esquivar los golpes y escapar". "Todo lo que hago es para intentar defenderme", dijo. El fiscal mantiene la petición de condena por tentativa de homicidio y lesiones, aunque retiró el agravante por motivos xenófobos, lo que permitirá rebajar en un grado la petición de 13 años de cárcel que plantea en su escrito de acusación. Pide que las víctimas sean indemnizadas con 700.000 y 40.000 euros.