La Policía Nacional detuvo a un joven de 24 años que se grabó conduciendo a 260 kilómetros en una vía interurbana donde la velocidad está limitada de forma genérica a 70 kilómetros hora.

Las grabaciones mostraban también que, además del exceso de velocidad, se desentendió de la conducción filmándose con su mano derecha, retirando su mirada de la carretera para dirigirse a la cámara, y soltando el volante para seguir el ritmo de la música.