Convertido ya en tormenta tropical, el huracán Irma avanzaba ayer hacia el interior de EE UU dejando tras de sí una estela de destrucción sin precedentes en el Caribe y Florida. Alrededor de 40 muertos y un centenar de heridos y pérdidas materiales en toda la región que algunas agencias especializadas en desastres naturales cuantifican en torno a los 100.000 millones de euros dan cuenta del efecto devastador del ciclón, con vientos que llegaron a alcanzar hasta los 295 kilómetros por hora.

En Florida, el paso del monstruo meteorológico dejó a 6,2 millones de usuarios sin luz (un 62,18 % del total de hogares, negocios y entidades públicas y privadas del estado), provocó fallos generales en la conexión telefónica, cerró los principales aeropuertos, además de ocasionar cortes de carreteras, inundaciones en amplias zonas marítimas, problemas de suministro de gasolina y otros daños cuyo valor podría alcanzar los 50.000 millones de dólares (41.813 millones de euros).

Esta situación hizo que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobase el domingo la declaración de desastre en el estado -el tercero más poblado del país- atendiendo así la petición del gobernador, Rick Scott.

Esta declaración -que ya había firmado para Puerto Rico e Islas Vírgenes en días previos- permitirá la liberación de fondos estatales para entregar ayuda a los damnificados y para respaldar las tareas de reconstrucción y reparación de infraestructuras.

Trump afirmó además que viajará "muy pronto" a Florida, según informó el diario estadounidense 'The Hill'.

Por otro lado, al balance provisional de muertos en el desastre se sumaron diez víctimas más en Cuba, según informaron fuentes del Estado Mayor de la Defensa Civil cubano, lo que eleva a alrededor de 40 personas los fallecidos a consecuencia del ciclón.

La mayoría de las víctimas cubanas perdieron la vida a causa de derrumbes en los edificios, siete de ellas en La Habana, aunque el huracán también provocó fuertes inundaciones en la costa norte del país.

El presidente cubano, Raúl Castro, reconoció por su parte en un mensaje a la nación que el huracán "causó severos daños al país" aún por cuantificar. En concreto se refirió a daños en viviendas, red eléctrica y agricultura e hizo una mención especial al sector turístico para asegurar que "las afectaciones serán recuperadas antes del inicio de la temporada alta".

La tormenta tropical Irma continuaba ayer debilitándose tras entrar ya en el estado de Georgia. La previsión del Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense es que hoy martes se convierta en depresión tropical.De hecho, el NHC indicó ayer por la tarde que los vientos máximos sostenidos de Irma habían bajado a 95 km/h. A esa hora, se encontraba ubicado a 80 kilómetros al sursureste de Albany (Georgia) y a 85 kilómetros al este de Tallahassee, la capital de Florida.