Una disputa familiar por causas que el investigado no ha querido concretar fue el desencadenante del tiroteo que se registró en el tercer piso del número 11 de la calle José Solla de Arcade y del que informó FARO en exclusiva en su edición impresa de ayer. Un hombre de 66 años que se hacía pasar como militar retirado -sin serlo en realidad según indican ahora desde la investigación, pese a lo dicho inicialmente- cogió presuntamente un revolver que custodiaba en su vivienda y lo encaró al hijo de su mujer, un joven veinteañero con la intención de terminar con su vida. Sin embargo la bala del primer disparo no llegó a salir del arma, lo que llevó a la esposa y madre del chico a supuestamente abalanzarse sobre su marido y empujarle para desviar la trayectoria de su segundo tiro, que impactó contra la pared de la cocina. Tras esto, la mujer y su vástago salieron a la carrera del domicilio en el que convivían con el sexagenario y alertaron al 112 de lo acaecido.

Si primero llegó su comparecencia ante la Guardia Civil de Soutomaior tras ser detenido, al filo de las 12.00 horas de ayer fue puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 por encontrarse la pasada madrugada en funciones de guardia. La juez decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Le atribuye la presunta comisión, según precisaron fuentes próximas del caso, de los delitos de asesinato en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas, amenazas y violencia en el ámbito doméstico. Además en su auto también decreta una orden de comunicación y alejamiento de su esposa y del hijo de esta. En su comparencia judicial, el ahora preso se acogió a su derecho a no declarar no así su esposa y el joven que sí relataron los hechos acaecidos en la noche del domingo ante la magistrada.

Registro domiciliario

La llegada de las dos víctimas a los juzgados se produjo en torno a las 10.00 horas de la mañana, antes de que lo hiciese el arrestado ya que la Guardia Civil optó por llevar a cabo un registro domiciliario en la vivienda familiar con el fin de hallar el arma con el que se detonaron los disparos. Y es que durante la noche, los efectivos de la Benemérita registraron varios contenedores próximos al edificio y también el coche del arrestado. Pero fue finalmente en el dormitorio del matrimonio donde los agentes hallaron un revolver con el que supuestamente amenazó y llegó a disparar fallidamente a su hijastro. Una diligencia que se extendió durante más de una hora. Dos agentes del Instituto Armado custodiaron el portal para evitar alterar el escenario y contaminar posibles pruebas.

Esta no sería la primera vez que el sexagenario acude a los tribunales. Según pudo saber este periódico, cuenta con antecedentes por violencia de género al ser denunciado el año pasado ante la Guardia Civil de Moaña.

Por su parte, desde el ayuntamiento de Soutomaior se activaron ayer todos los protocolos relativos un posible caso de violencia de género. Desde el concello se puso al servicio de la madre y del joven un domicilio seguro en el que pasar la noche además de ofrecerle desde el Centro de Información a la Mujer un asesoramiento tanto jurídico como psicológico por si les fuera preciso. Desde el consistorio están en aviso por si fuese necesario proceder con otros protocolos o recursos.