Uno de los casos de violencia machista que sacudió la ciudad olívica y tocó especialmente al municipio coruñes de Boqueixón podría llevar pronto a su único sospechoso al banquillo de los acusados. Y es que tan solo resta una última diligencia para dar por finalizada la instrucción de la causa, que se sigue por la Ley del Tribunal de Jurado. El juzgado que investigada el crimen de la joven ingeniera Ana María Enjamio en el portal de la Avenida de Madrid de Vigo el pasado 17 de diciembre ha solicitado casi al inicio de las investigaciones una prueba a una compañía estadounidense, en concreto Google, para la obtención de unos datos que podrían ser claves en la implicación del presunto asesino de la joven César Ádrio , en prisión preventiva desde su detención tras un supuesto intento de suicidio.

Desde la sala se ha emitido una comisión rogatoria sobre la misma debido a la dilación de la entrega de la información que todavía está pendiente de respuesta, según puso saber este periódico. Una vez esta empresa de Google aporte la información requerida, el la invetsigación del caso podría darse por finalizada.

Y es que el juzgado ya cuenta con todas las pruebas tanto policiales como de forenses, informe definitivo que la sala instructora recibió el pasado mes de julio. La recepción de los últimos informes del Instituto Nacional de Toxicología permitieron completar el estudio, si bien no trascendió el contenido de los mismos. Por su parte, y tras más de una veintena de declaraciones, las testifícales del caso también habrían llegado a su fin. En las periciales policiales, tantos pruebas de ADN como las más complejas también solicitadas a empresas externas. En esta última versa sobre la triangulación y geolocalización del móvil de la joven y de su compañero de trabajo, una de las piezas claves que más luz han arrojado al caso.

Tal y como informó FARO, el teléfono de César Adrio lo situaría en el lugar del crimen, el portal número 40 de la avenida de Madrid. Tanto el móvil de Ana María Enjamio como el del sospechoso coinciden presuntamente en el mismo punto y se apagaron a la misma hora. El varón no volvería a encender su teléfono hasta el día siguiente, cuando se comunicó con su exmujer para acudir a Vilagarcía para visitar a sus hijos.

Las cámaras de vídeo de una gasolinera próxima a la vivienda de la joven también serían una prueba de peso en la investigación.

La instrucción de este caso dista del procedimiento judicial habitual, al ser un jurado el que se encargará de dictar veredicto.