La Guardia Civil de A Coruña detuvo ayer, sobre las 6.00 horas, a un hombre de 43 años que, presuntamente, había asesinado a su suegra para llevarse a su hija pequeña, de tan solo 21 meses que, en el momento del arresto, estaba con él en la pensión Casa Julio, en Fonteculler (Culleredo). El hombre, que responde a las iniciales J.M.M.C., según comprobaron los agentes, tenía unos billetes de avión para huir desde el aeropuerto de Alvedro con la pequeña.

Fue la hija de la fallecida la que, sobre las cuatro de la mañana, cuando regresó a casa, se encontró con el cadáver de su madre. Llamó entonces a la Policía Local para alertar de que la mujer M.A.A.G., no se movía y de que su pequeña no estaba en casa, tal y como ella esperaba. Al ver que la mujer no tenía constantes vitales y que había un charco de sangre bajo el cuerpo, los agentes del 092 pasaron el caso a la Policía Nacional.

Se inició entonces un operativo de búsqueda del hombre y de la menor que culminó sobre las seis de la mañana en una pensión de Culleredo, en la que la Guardia Civil liberó a la pequeña y detuvo al presunto asesino.

Fuentes cercanas a la investigación apuntan a que la intervención fue muy delicada, ya que apreciaron en el hombre signos de encontrarse bajo los efectos de sustancias estupefacientes, por lo que tuvieron que actuar de manera muy rápida.

La mujer asesinada, de 73 años, llevaba, según explicaron ayer sus vecinos, aproximadamente, "un año" residiendo en el tercero centro del número 5 de la calle Gerión. En el piso vivía esta mujer con su hija y sus dos nietos, uno de "siete u ocho años", aproximadamente, que se encontraba en casa de una "amiga de su madre" durante el transcurso de los hechos, y la pequeña, de 21 meses. Los vecinos confirman que el presunto asesino no vivía en el edificio, aunque aseguran que lo conocían porque "alguna vez" habían tenido algún "altercado" -sin precisar de qué tipo- con él y apuntan a que actualmente la pareja estaba separada.

Los investigadores no encontraron heridas de arma -ni blancas ni de fuego- en el cadáver de la víctima, por lo que creen que el hombre pudo atacar a su suegra durante el transcurso de una pelea.

Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) confirmaron ayer a este diario que el hombre no pasó ayer a disposición judicial, por lo que podría hacerlo durante el día de hoy o el de mañana. La Consellería de Política Social apuntó que no contaba con ningún expediente abierto en materia de menores referente a esta familia y adelantó que la Administración se hará cargo de la tutela de la pequeña mientras se encuentre "en situación de desamparo".

Vecinos de la fallecida fueron testigos del altercado entre la víctima y el presunto asesino. "Déjame ver a mis hijos", recordaba haber escuchado desde el inmueble colindante. Uno de los vecinos de la acera de enfrente explicó ayer a este diario que, sobre las 3.30 horas, se despertó con los gritos de una mujer que gritaba: "Me la mataron, me la mataron", en referencia a la hija de la fallecida. Asegura que los agentes de la Policía Local acudieron "enseguida" a la zona y que los sanitarios se hicieron cargo de la mujer, que se encontraba "muy nerviosa" y que estaba acompañada "por un chico que la estaba consolando". Para entonces, desconocía todavía el paradero de su hija pequeña y los planes de su padre de llevársela en avión lejos de la ciudad.

Pocas horas después, la Guardia Civil, llegó a la pensión Casa Julio, en Fonteculler, muy cerca de O Burgo, para rescatar a la pequeña y detener al presunto asesino. Todavía con el "susto" en el cuerpo, los trabajadores de este hostal no quisieron realizar declaraciones a este diario.