El autoproclamado 'príncipe de los gitanos' Sinaí Giménez abandonaba este miércoles la prisión asturiana de Villabona tras año y medio y ayer ya se encontraba en su vivienda de Tomiño rodeado por toda su familia. Su entorno comentaba a FARO que el líder del clan de los Morones estaba "animado" si bien "necesita todavía adaptarse". Explicaban estas mismas fuentes que por el momento "solo quería estar con su familia ya que ha pasado mucho tiempo en prisión".

Tras abonar la fianza de 50.000 euros fijada por el juez que instruye la causa que se sigue por una presunta extorsión en mercadillos, tan solo un hermano de Sinaí, Saúl Giménez, continúa en prisión.