Un juzgado de Ponferrada (León) asumirá la investigación de una presunta estafa denunciada por una empresa de esa ciudad tras la adquisición por internet a una firma de China de 50 toneladas de aluminio por un importe de 56.000 dólares americanos (unos 48.000 euros). Los contenedores con la mercancía llegaron al puerto de Vigo, donde, una vez abiertos, se comprobó que el material que había dentro no se correspondía con el adquirido.

La competencia de la sala que llevará las pesquisas la decidió el Tribunal Supremo en un auto dictado este mismo mes. El juzgado de Ponferrada se inhibió a uno de Vigo, el de Instrucción 7, y la Fiscalía también compartía esa tesis al sostener que fue en la ciudad olívica donde se "descubrió" el delito. Pero el Alto Tribunal da la razón a la sala viguesa, que rechazó la inhibición al entender que en esta zona no se produjo "ninguno de los elementos del delito" ya que "a lo sumo" solo hubo la consumación de un ilícito "ya cometido con anterioridad".

La denuncia la formalizó la trabajadora de una empresa de Ponferrada. Según se recoge en el auto judicial del Supremo, la mujer relató que ella es la encargada de realizar compras internacionales y que en noviembre de 2016 contactó a través de correo electrónico con una firma ubicada en Tianjin (China) a la que adquirió dos contenedores que contenían 50 toneladas de lingotes de aluminio por un total de 56.000 dólares americanos.

Precintos

Según la denunciante, su empresa abonó el dinero a través de un crédito documentario una vez que una sociedad internacional certificó la conformidad del material que se introdujo en los contenedores (calidad y cantidad) y selló los contenedores colocando precintos. Pero una vez en el puerto de Vigo, la mercancía, señalan, no se correspondía con la pactada. El caso es ahora investigado.