Una estructura totalmente colapsada y todavía humeante era todo lo que quedaba ayer de la carpintería Amoedo y de la vivienda anexa que el sábado y durante toda la madrugada de ayer fue pasto de las llamas en el lugar de Calvelo, en Tenorio, Cotobade.

Ayer, los propietarios de este negocio familiar, sus familiares y algunos vecinos y amigos, trataban de retirar lo poco que se salvó de las llamas. "No queda nada, ardió todo"; explicaban los vecinos. Las tres instalaciones afectadas, el taller de carpintería, la vivienda anexa y un almacén, fueron pasto de las llamas y bajo los cascajos yacían fundidas y enterradas máquinas, compresores, numeroso material y el trabajo de toda una vida: "Me quedo solo con lo puesto"; declaraba ayer a FARO la dueña del negocio.

La mujer explicó que estaba con otra persona en el exterior de la finca cuando observó como de repente salía humo del interior del taller. "Me acerqué a mirar y ya ví que era en el cuadro de la luz y que el fuego iba corriendo por todas las acometidas de la corriente",

Esta mujer mostraba una enorme indignación cuando recuerda que los primeros en aparecer por el lugar fueron los efectivos antiincendios de Medio Rural de la Xunta, pero que sus mandos se negaron a actuar bajo la excusa de que no estaban preparados para acometer este tipo de fuego de carácter industrial.