El Servicio de Criminalística de la Guardia Civil (SECRIM) ha conseguido desbloquear el teléfono móvil de Diana Quer, la joven que desapareció sin dejar rastro en agosto de 2016 en A Pobra Do Caramiñal (A Coruña). La operación de desbloqueo se ha llevado a cabo en Alemania y ha costado alrededor de 2.000 euros, según informa Telecinco.

Ahora están investigando el contenido del dispositivo para ver si contiene pistas que puedan aportar luz sobre el caso. La madre ha señalado que "todo lo que sean avances en la investigación siempre son buenos", pero que ella lo "único que espera que se encuentre" es a su hija.

Los agentes trabajaron en un sistema de duplicado de memoria para extraer la información y estuvieron en contacto con la misma empresa israelí que descifró el contenido del iPhone del yihadista de San Bernardino (EEUU). El problema es que se trataba de otro modelo de iPhone y no servía para el móvil de Diana.

Los primeros exámenes a los que fue sometido el móvil de Diana tras su hallazgo en el puerto de Taragoña (A Coruña) no revelaron huellas ni restos de ADN en su exterior. Según fuentes próximas a la investigación, el dispositivo se encontraba muy oxidado a causa del salitre del agua.

Quien lo arrojó al agua primero intentó doblarlo para romperlo. Hubo además al menos siete intentos de desbloquear el móvil, por lo que introdujeron un PIN incorrecto. Los investigadores sospechan que trataban de accer al celular para borrar fotos, vídeo o audios.

Los datos almacenados en la 'nube' sí que fueron borrados o desconfigurados. Lo único que la Guardia Civil pudo aprovechar para la investigacion fueron los mensajes enviados desde el teléfono. El dispositivo dejó de emitir en el viaducto que cruza la ría de la Arousa.

El seguimiento de la señal permitió determinar que la joven salió de A Pobra en coche. El rastro del teléfono se perdió en las inmediaciones de ese puente de la autovía AG-11 situado entre A Pobra y Rianxo.

La Guardia Civil optó por duplicar la tarjeta SIM del móvil para comprobar mensajes y últimas comunicaciones.

El teléfono móvil constituye el principal argumento en las pesquisas de la Guardia Civil, que se aferra a su contenido para obtener pistas. Se quiere saber con quién intercambió comunicaciones y revisar sus últimos mensajes.

Reapertura del caso

El juez reconoció en abril que no había "indicios superiores a las meras sospechas" para avanzar en las "varias líneas de actuación policial abiertas".

"No existen motivos suficientes para acusar a determinada o determinadas personas como autores, cómplices o encubridores", apuntaba en su auto. En ese mismo escrito, el juez Alonso Peláez señalaba que el caso se podía reabrir si la Unidad Central Operativa (UCO) conseguía acceder al móvil de la joven para proceder al "análisis y cotejo de la gran cantidad de datos telefónicos".

En este tiempo, los investigadores de la UCO han rastreado ciento de imágenes de cámaras y cruzado datos de matrículas de coche con la señal de antena de teléfonos móviles.

También se ha tomado declaración a numerosas personas, sin que las pesquisas policiales hayan arrojado un resultado positivo acerca del paradero de Diana Quer.