"Queremos que la justicia empiece a hacer algo; no hay derecho a una muerte tan violenta y sin motivo alguno, solo por hacer lo que hubiera hecho cualquiera que es recriminar una mala actitud". Entre lágrimas y arropada por sus allegados, la tía de Daniel Beltrán, Loli Beltrán pronunciaba estas palabras desde la incredulidad y el dolor por lo sucedido. Al igual que ella, son muchos, cientos, los vecinos de Chapela que ayer salieron a la calle no solo para llorar la muerte del joven, sino para mostrar su total repulsa por su asesinato y pedir una lección ejemplar para su homicida. "Esperemos que quede a buen recaudo en la cárcel y no vuelva a hacer más daño; era un delincuente habitual al que solo le quedaba el asesinato, y al final lo ha conseguido", esgrimía su padre, Álvaro Beltrán.

Fueron los fatídicos acontecimiento de la madrugada de San Juan los que movilizaron a estudiantes y comunidad educativa del IES de Teis además de vecinos del municipio a una marcha en honor del joven Dani, que fue asesinado de un tiro en el arenal de Arealonga tras recriminarle a su agresor, José Luis Luna, que no orinase en la playa. Una segunda bala iba dirigida a un compañero del fallecido, que pudo esquivarla milagrosamente. Con el supuesto criminal ya en prisión provisional, familiares del joven han remomerado la escena de los hechos, la cual pudo convertirse en una "masacre". "Mató a mi hijo pero pudo haber matado a media docena más e incluso a los policías que lo han detenido. Pudo haber hecho una masacre", auguraba el progenitor del chico, quien define al asesino como "un individuo que salió a cazar y cazó; necesitaba un motivo y un hombre solo provocó y claro, esperó una reacción y ese fue el detonante de su actitud" . Asegura Álvaro Beltrán, al igual que la tía del fallecido, no conocer al agresor debido a sus largas estancias entre rejas. "No lo conocíamos porque se pasó la mitad de su vida en la cárcel", afirmaban.

La madre y hermanos de Dani también fueron partícipes del recorrido desde Teis a la playa redondelana.

Homenaje a Dani Beltrán en Chapela // M. G. Brea

Minuto de silencio

Visiblemente abatida por las circunstancias, Conchi Pinto, madre del joven reclamó justicia por el asesinato de su hijo, con quien estuvo el día antes de los fatídicos hechos. "Es que no me salen las palabras. Ese día había estado conmigo justo y al día siguiente pues me dicen que está muerto, es muy duro... ojalá pague por lo que hizo y que no salga más y que se pudra allí en la cárcel", lloraba su madre.

El recorrido terminó con un minuto de silencio junto a las barandillas que marcan la entrada al arenal donde el joven perdió la vida. Amigos y conocidos de Dani depositaron en ese improvisado altar que encabeza una fotografía suya a lomos de una moto numerosas ofrendas florales así como velas en señal de afecto y recuerdo. Uno de los momentos más emotivos fue el protagonizado por la pareja de Dani, con la que residía en el barrio de Cuatro Puentes, quien depositó con amor y tristeza una flor blanca junto al resto de ofrendas. Un sonoro aplauso rompió con el silencio y el llanto de su familia, una familia que ansía justicia. "Como mató a mi sobrino pudo matar a más gente, incluso a niños. Que no salga de la cárcel, que el juez piense que podía ser su hijo o su nieto y que nadie tiene derecho a morir de una forma tan violenta y sin motivo alguno solo por hacer lo que hubiera hecho cualquiera", argumentó su tía Loli Beltrán.

Si en algo coincidian todos los asistentes al homenaje además de su total repulsa a la violencia, era en los calificativos al joven. "Mi sobrino era un chico excelente, buena persona, Todo era cariño y buenas palabras. Ayudaba a los amigos, si podía encontrarle trabajo a los amigos también", señalaba con lágrimas en los ojos su tía antes del inicio de la marcha, quien tuvo también palabras de agradecimiento para la joven que intentó reanimar a Daniel Beltrán una vez fue herido de bala.