Ya está controlado. Protección Civil de Portugal confirmaba esta tarde que el incendio en Pedrógão Grande se había controlado. Los bomberos que combaten el fuego en el término municipal portugués de Góis, uno de los más preocupantes en la jornada del martes, se mostraban hoy más optimistas y esperanzados ya que durante la noche han conseguido controlar varios frentes y solo dos permanencían activos quedando dominado este mediodía el 95% del perímetro del megaincendio.

Pese a que en un primer momento se apuntó a que un rayo podría haber originado el fuego, el presidente de la Liga de Bombeiros, Jaime Marta, apunta a que el fuego fue intencionado, según recoge el Jornal de Noticias. El balance de heridos se eleva a 207 personas y un total de 64 fallecidos.

El comandante Pedro Nunes, adjunto del Comando Nacional de Bomberos, dijo a la prensa en el centro de operaciones instalado en Góis, a unos 40 kilómetros al norte de Pedrógão Grande, que el combate a estos dos frentes "se desarrolla de forma favorable" y que el objetivo es "tener buenas noticias al final del día", aunque finalmente esta tarde ya se confirmó que las llamas estaban controladas.

Las tareas de extinción se han intensificado esta mañana con un total de once "aviones pesados" que trabajan desde primera hora junto a los efectivos terrestres, según datos de Protección Civil.

Entre ellos se encuentran tres equipos de bomberos españoles procedentes de Madrid, Andalucía y Galicia que han sido repartidos en varias localizaciones, explicó Nunes.

El comandante indicó asimismo que durante la noche han sido desalojadas dos poblaciones de la zona "por prevención", que se unen a la treintena de pueblos evacuados este martes.

El regreso de los habitantes, precisó, se determinará después de que las autoridades locales realicen hoy una evaluación de seguridad.

Tras el avance de las llamas hacia el norte registrado en las últimas horas, las tareas de extinción se reparten hoy entre Góis y Pedrógão Grande, donde esta tarde logró que quedase controlado el fuego declarado el pasado sábado en el que perdieron la vida al menos 64 personas.

Para ambas zonas el Instituto Portugués de Mar y Atmósfera (IPMA) prevé hoy temperaturas de 38 grados y vientos suaves que podrían complicar la lucha contra las llamas, aunque los cielos despejados han insuflado optimismo a los bomberos, que podrán utilizar ahora los aviones que en días pasados tuvieron limitado su trabajo por falta de visibilidad.