La Policía británica elevó a 58 los muertos por el incendio del miércoles en una torre residencial de Londres, un suceso que ha provocado la indignación de los vecinos por las respuestas insuficientes del Gobierno para ayudar a los afectados, que rondarían los 5 millones de libras (5,7 millones de euros). El comandante de la Policía Metropolitana de Londres explicó que las fuerzas del orden consideran que los desaparecidos por el fuego declarado en la torre Grenfell están muertos, por lo que eleva la cifra de fallecidos a 58, No obstante, Cundy advirtió de que el número de víctimas mortales puede aumentar mientras los bomberos trabajan en el edificio, que ha quedado prácticamente en ruinas por el devastador incendio. La operación para rescatar restos es "significativa" y puede llevar varias semanas hasta que quedar completada, añadió. En el edificio asolado por las llamas residían entre 400 y 600 persona aunque se desconoce cuántas personas se encontraban en el interior el inmueble en el momento del incendio.

Ante el temor por el precario estado de la torre, dos líneas del Metro de Londres que pasan cerca de la zona quedaron ayer parcialmente suspendidas.